Bendito es el manto estrellado de la noche,
que nos cubre a diario con sus brillantes compañeras,
madre de los descansos;
sueño y muerte, hermanos a la par.
Roja es su flor, con pequeñas cápsulas de dormir liberadas una vez la luna lo dicta,
otorga tranquilidad con su oscuridad,
infunde terror con su presencia.
Titánide primigenia,
nacida del caos mismo,
respetada por todos,
quien ama a sus hijos como ama la calma,
vigilante nocturna con ojos de búho,
en ella es en quien encuentro consuelo.
Acompañada por la luna y estrellas,
contraste entre la brillante luz
y su abrazadora oscuridad,
siempre presente y dispuesta a ayudar,
hasta el fin de los tiempos con nosotros estará,
miro hacia arriba y
con brazos abiertos me recibes,
sagrada Nyx.
Bendita diosa,
es por ti que sigo aquí,
es por ti que miro hacia arriba,
es por ti que mis ojos se cierran
bajo el retumbante efecto del rapé.
