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Han escuchado la frase, ¿Todos tenemos una media naranja? ¿Otra mitad? ¿Un destinado?
Bueno en este mundo es verdad, cada uno de de los humanos que habitan este planeta tiene un destinado, lo difícil, verdaderamente difícil de esto es encontrarlo.

Las probabilidades de lograrlo son altas o bajas, está historia de amor es aquella que muchos dirían, fue suerte y si, fue suerte encontrar a esa persona que te complementa.

Ultimo año de universidad:.

Mst: – Clase atención, el día de hoy se nos unirá un nuevo alumno, demos la bienvenida a Kim Taehyung, pasara este último año con nosotros.–

Th: – Hola, pueden llamarme Tae, tengo 23 años, espero llevarme bien con todos.–

Mst: – Por favor Tae, toma asiento a lado de jeon, si tienes alguna duda entonces puedes decirle a él.–

Tae un chico de estatura alta, pelo castaño, sonrisa cuadrada y ojos perfectos, robaba la atención de todos en el salón de clases, al parecer era un Omega puro, con un aroma delicioso al olfato de todos pero en especial de los alfas.

Tae camino con lentitud al asiento indicado por el maestro, sonrió en cuanto vio al chico, Jeon le devolvió la sonrisa indicando que se sentará a su lado para comenzar la clase.

Jeon Jungkook un chico alto, tes blanca, pelo negro, ojos de Bambi y una sonrisa perfecta con el toque de su lunar bajo el labio, él era un Alfa puro, sus ojos fueron puestos en el nuevo estudiante, que para ser sinceros le provocaba algo en su interior desde el primer momento en que lo vio.

Jk: – Hola, soy Jungkook, espero que te puedas sentir en confianza conmigo, bonito.–

Th: – Tengo el presentimiento de que así será, suena raro pero me siento protegido estando contigo.–

Las mejillas de Tae estaban rosadas por el apodo que él pelinegro le dijo, él también podía sentir aquella conexión y sentimientos en su interior, de alguna manera sabía que aquel alfa era su destinado, la forma en como se sentía a su lado era nuevo y mágico para él.

Las clases transcurrieron con normalidad, las pequeñas cosas que Tae dudaba se las preguntaba al pelinegro, siempre acompañado de lindas sonrisas, finalmente la hora de receso llegó, Tae se puso de pie después de guardar todas sus cosas y espero a jk.

Th: – Vamos, apúrate kookie, tengo hambre!!–

Jk: – Ya, ya, vamos, te llevaré a la cafetería, bonito.–
Ambos salieron del aula a pequeños pasos – ¿Lo sientes verdad?–

Th: El castaño asintió, sabía perfectamente de lo que hablaba el contrario, sabía que él era su destinado – Si, tu y yo somos destinados, kookie.– le sonrió.

Jk: – Pensé que era solo una falacia, que jamás encontraría a mi pareja pero ahora veo que la vida y la suerte están de mi lado, debemos conocernos pero ya quiero decir que eres mío.–

Para siempre. /Kookv/ omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora