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El día tan esperado llegó, después de una planeación muy detallada el gran día dió inicio, ambos hombres habían conseguido exelentes trabajos, llevaban una vida bastante buena y ahora el momento de decirse sí, en el altar, jurando así su amor para siempre.
Trajes de gala, de colores extraordinarios, muy cliché pero Tae portaba uno en color blanco y Jungkook uno en color negro.

Después de arreglarse el primero en salir fue el pelinegro, que camino directo al altar en espera de su lindo prometido, en cuanto lo vio aparecer y acercarse poco a poco, sus ojos se llenaron de lágrimas, ¿Era posible? Tenía al omega de sus sueños, lo mejor de todo, es su destinado.

Tae tomo la mano de jk en cuanto llegó a su lado, ambos miraron  a la persona que los casaba, los dos mirándose a los ojos, a través de ellos se podían ver, era mágico, las palabras más esperadas y que deseaban escuchar llegaron.

X: – Jeon Jungkook, ¿Aceptas a Kim Taehyung cómo tu esposo, amarlo siempre, respetarlo y estar a su lado en todo momento?

Jk: – Si, acepto.– coloco el anillo en el dedo anular del castaño, terminando con un lindo beso sobre el anillo y su dedo.

X: – Kim Taehyung, ¿Aceptas a Jeon Jungkook cómo tu esposo, amarlo siempre, respetarlo y apoyarlo?

Th: – Si, acepto.– coloco el anillo en el dedo anular del pelinegro acompañado de una linda sonrisa cuadrada.

X: – Entonces los declaro esposos, pueden besarse.–

Finalmente esposos, lo que tanto deseaban, unieron sus labios en un tierno y casto beso, acompañado de unas miradas que gritaban, te amo.

Al finalizar la ceremonia, los pocos invitados y ahora esposos pasaron a una pequeña fiesta donde comieron, bebieron y bailaron, un día tan agotador pero bonito, uno que jamás en su vida olvidarían.

La noche no podía acabar así, ¿Cierto? No era la primera vez, pero si estaban seguros que sería la primera vez en que sus cuerpos se unirían más que nunca, sus almas formarían una sola y bueno, a pesar de que sonara muy apresurado, ya querían un hijo.

Esa noche, entre las sábanas se encontraban dos chicos llenos de felicidad, amor y confianza.
Taehyung se encontraba sobre el pelinegro, desabrochando su camisa con calma mientras esté le brindaba suaves caricias en sus piernas.
Con lentitud el castaño comezón a mover las caderas sobre el regazo de jk, el deseo de hacerlo suyo solo iba en aumento, las manos frías de kook viajaron de las lindas piernas del castaño a quitar la camisa de este y de paso ir desabrochando el pantalón para deshacerse de la ropa que ahora ya era más que estorbosa.

Ambos chicos se miraron entre si al verse desnudos totalmente, la belleza era representada por el cuerpo de cada uno, amaban cada parte que los hacían tan únicos y a la vez diferentes.
Taehyung volvió a menear las caderas sobre Jungkook, su expresión cambio a una llena de placer, esos movimientos se sentían tan bien.

Lentamente el pelinegro recorrió el cuerpo de su esposo con un tacto tan delicado, cómo si temiese que se fuese a romper.

El castaño tenía el control, cuidadosamente permito que el pelinegro le penetrara poco a poco, el castaño mordía su labio y no podía evitar apretar los ojos, en cuanto se sintió listo movío su cadera en un vaivén disfrutando de lo placentero que su esposo lo hacía sentir, jk apretaba sus muslos y dejaba salir algunos jadeos roncos, Tae era un chico lleno de expresiones que mostraban lo bien que se sentía tener a su esposo en su interior, sus movimientos ahora eran pequeños brincos.

Ese momento exacto en el que ambos se sentían más conectados que nunca, jk trataba con tanta delicadeza el cuerpo de su amado quién sabía perfectamente lo mucho que amaba y cuidaba, esa noche después de una velada llena de placer, deseo, besos y caricias, quedaron completamente rendidos, entre las saban abrazados dormían con una sonrisa en sus rostros y sueños en mente que los mantenía más que vivos.

Para siempre. /Kookv/ omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora