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Un día, Rose recibió una nota anónima escondida en el bolso que llevaba a clases de baile.
<< No soy de hacer esto, no te lo tomes mal. Quería decirte que bailas hermoso.
Lástima que sea un solo triste, sería más hermoso si te viera sonreír.
También es hermosa.
Te admiro muchísimo. >>
Sus mejillas se tiñieron de rojo y sus ojos se abrieron ampliamente, y lo primero que se preguntó fue quien era aquel misterioso.
-Kim Jisoo -dijo Jennie, apareciendo a su lado de la nada y haciendo que pegara un salto- Alta, caballo largo negro, curvas -Jennie asintió, relamiendo sus labios- Yo que tu le hago caso.
Rose tenía el rostro muy caliente ahora, había visto a esa chica que siempre llevaba su cabello largo y atado, tenía un cuerpo que envidiaria cualquiera y una sonrisa encantadora, iba en el turno anterior a su clase y solo habían cruzado un saludo amable mientras ella se marchaba y Rose entraba al estudio.
-Jennie..ya dije que no iba a salir con chicas de nuevo -la rubia negó.
-Rose, eres un asco para los hombres -dijo Jennie sin un gramo de sutileza.
-Soy un asco para el amor en general -corrigió la menor.
-A ver, Rose, te gustan las chicas, ¿que problema hay? Ve y amalas, hay muchas chicas que también aman a chicas, ¿estas en una fase heterosexual o algo?
Roseanne suspiro con cansancio y rodó los ojos- La única chica que ame en mi vida es y serás tú -dijo, mirandola, los ojos brillantes de Jennie se abrieron un poco de más y un ligero rubor apareció en sus mejillas- Temo que cualquier otra chica me haga acordar de ti, pero es peor que eso porque cualquier otra persona me hace pensar en ti, Jennie.
Caminó de forma silenciosa hacia ella, Jennie no sé apartó, la miro sin decir nada.
-Porque ni hay ni habrá nadie después de ti, y porque aún te amo y a pesar de todo no quieres volver conmigo y nunca volverás, pero, por algo sigues aquí, ¿no?
-Rose, no-
-Me amas también -afirmó la menor.
Jennie rió con algo de vergüenza.
-Claro que te amo, Rose, ¿quien no te amaría?
-Ya sabes de que forma me amas, Jennie -dijo la menor, para que ella no le restará importancia- Sabes que me amas como yo.
La castaña se mantuvo sin palabras, Rose se inclinó hacía ella para unir sus labios en un beso suave, Jennie cerró sus ojos y disfrutó del contacto, no hubo mucho movimiento ni muchos gestos por parte de ninguna, fue solo una union de varios segundos, sin nada más. Rose lo empezó y lo termino, se separó para mirarla con cierta pena.
-La próxima clase, vendré antes para ver a esta tal Kim Jisoo.
Y eso fue lo que más le dolió a Jennie, a ambas en realidad, pero fue uno de los momentos claves que la hacían sentir que en verdad, no tenía nada que hacer allí.
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