Staxx se había enamorado de su "hijo", haciendo que no lo dejara en paz, Quackity ya estaba acostumbrado a estar sin su atención así que se le hacía raro que su figura materna le diera más atención pero quien sabe que le hará Staxx a su "hijo"... (Q...
Quackity se estaba cansando mentalmente de Staxx, siempre el le hacía daño y le quitaba todo lo que amaba.
Así que Quackity planeo algo para que Staxx lo dejara en paz, lo hizo en un estado de paranoia pero Quackity aún creía que ese plan serviría bien.
Mientras Quackity seguía con el plan, Vegetta trato de ayudarlo para que parara con todo y talvez Quackity fuera a un psicólogo pero Staxx se dio cuenta de lo cercano que se volvía Vegetta a Quackity así que Vegetta término mal.
Gracias a Staxx, Vegetta término sin cabeza igual que Sapo Peta y también fue un regalo más para Quackity ya que envolvió la cabeza en aluminio y la envió a casa de Quackity por un cartero, el cartero no sospecho nada por lo menos ya que la cabeza estaba en vuelta en aluminio.
Staxx varios minutos después de haberle dado la cabeza en aluminio al cartero, el estaba tomando sangre del cuerpo de Vegetta para después manchar la foto que tenía de Vegetta y formar una "X" en esa foto.
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Con lo que hizo la "X" era sangre de Vegetta y después Staxx puso esa foto pegada a su nevera que estaba llena de fotos de otros miembros de Karmaland, tenían la misma "X" pero con sangre seca, aunque por lo menos eran pocas personas de Karmaland que estaban ahí.
Staxx se sentía feliz, feliz porque Quackity ya no estaba al lado de esas "asquerosas" personas ya que el mismo las había matado pero no entendía el porque Quackity no era agradecido con eso.
Staxx le demostraba que amaba a Quackity pero Quackity solo le demostraba lo contrario, odiaba a Staxx.
Staxx aún no entendía eso, actuaba amoroso al lado de Quackity y hasta le daba besos suaves para que le gustaran pero Quackity parecía más asqueado que a gusto en esos besos.
Quackity planeaba mandar a la casa de Staxx a varios pueblerinos de Karmaland con armas, Quackity ya sabía que si Vegetta no aparecía en varios días significaba que estaba muerto como casi todos los que le trataban de ayudar a Quackity.
Pero Quackity debía planear todo bien como para acabar con Staxx y así lo dejara en paz, pero sería difícil ya que Staxx es muy alto y fuerte así que sería un poco difícil.
Quackity quemaba todas las semanas los regalos que le enviaba Staxx, ¿porque? Porque los odiaba y les recordaba que había alguien atrás de el que mataba a quien sea que se le acercara a el.
Quackity ni comía en toda la semana, solo tomaba agua y comía muy poco, hasta parecía migajas lo que comía ya que le daba asco todas las comidas desde San Valentín.
Pero un día Quackity escucho como alguien tocó su puerta así que se acercó poco a poco pero escucho la voz de Lely.
— ¿Quackity? ¿Estas ahi? —
Decía Alexby en voz alta para que Quackity lo escuchará.
Quackity al escuchar la voz de Alexby abrió la puerta rápidamente.
— Oh, hola Alexby, ¿que haces aquí? —
Pregunto Quackity con una voz un poco cansada y con sueño.
Lely se sorprendió al ver a Quackity en ese estado, estaba todo ojeroso, con los ojos rojos por no dormir y además tenía la voz cansada, se notaba que el no había dormido esta semana.
— ¿Quackity? ¿Pero que te paso, tio? —
Dijo Alexby muy sorprendido.
— Nada Alexby, solo que no eh podido dormir esta semana por lo ocupado que eh estado por el pueblo de Karmaland. —
¿Ocupado? Si, ¿por Karmaland? Obvio que no era eso y que Quackity había mentido un poco.
— Entiendo, supongo que ser alcalde esta difícil. —
Dijo Alexby para después darle una cesta a Quackity con regalos.
— si, espera ¿que es eso? —
Dijo Quackity preguntando por la cesta.
— Oh, lo encontré afuera, pensé que era tuyo. —
Dijo Alexby.
— No, no, no, eso no es mío, te lo puedes quedar si quieres o déjalo por ahí.—
Dijo Quackity un poco nervioso, sabia que ese regalo era mandado por Staxx.
— Bueno, me lo quedaré nada más por los chocolates que trae aunque Quackity, la verdad vine a hablar contigo sobre la iglesia de Karmaland. —
Dijo Alexby para después dejar la cesta en el piso.
— Ah, si, claro pasa a mi casa. —
Dijo Quackity, Lely entró a la casa para hablar con Quackity.
