You Belong With Me

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Mayormente las personas al descubrir sentimientos nuevos hacia alguien suelen sentirse emocionadas o incluso felices.
Y otros tal vez con miedo... Pero mayormente se siente una emoción interna, una felicidad-emoción inexplicable.

Como el sentimiento de "¡ya voy a entrar a mi lover era!" Mientras les brillan los ojos y chillan de felicidad. Y seguro babosean un montón de escenarios ficticios con la otra persona.

Pero para otros no es así.

Ni se acerca a ser así.

Mejor dicho, para Danielle fué todo lo contrario.

-Mierda, mierda, mierda...-Renegaba aquella pelicastaña mientras daba vueltas por toda su habitación.

Eran casi las 5:00am.

Danielle traía aún sus pantuflas que mantenían sus pies calientitos.

Pero Dios mío, la ventana de su habitación estaba abierta y entraba un frío infernal.

-Esto de verdad que no puede ser posible, por favor...-Suplico apunto de llorar mientras se sentaba en la orilla de su cama.

Ahora Danielle se encontraba llorando... Sentada abrazando sus propias piernas.

¿Pero qué era lo que la tenía tan angustiada hasta el punto de llorar?

-No, necesito ayuda.-Se limpió las últimas lágrimas que salían de sus ojos para ahora buscar su lapto y marcar un contacto de alguien conocido.

Después de un rato marcando finalmente contestaron.

-¡Dani, Por Dios! Son las 5:00am y es sábado, debería aun estar durmiendo como un bebé, pero no, me des-...

-Hyein...-La mayor llamó con la voz algo rota dándose ver por la pantalla de la laptop.

-Ay, Dani...-La menor se percató que Danielle no estaba bien, pudo ver sus ojos aun rojos de tanto llorar.

-Cuéntame que te pasó...-Dijo en un tono gentil.

Lee Hyein.

Danielle y Hyein se conocieron en una de sus clases de canto, no fué hace mucho tiempo que se volvieron muy buenas amigas. Es una de las amistades que Danielle más aprecia como a nada. La ama como si fuera la hermanita menor que nunca tuvo, aunque solo se llevan un año de edad.

「 🪐 」

-Dios... Juro que siempre he dado consejos de amor a otros amigos, pero lo tuyo es algo más complicado.

-Estoy jodida ¿Verdad?-La mayor chilló ante su desgracia.

-No, no... Bueno sí, un poco...

-Eso no ayuda en mucho ¿Sabes?-Danielle hizo un puchero.

-No, es que a ver...-Hyein tomó una pausa para pensar en lo que iba a decir.-A ver si entendí bien, me dices que hace una semana te sentiste diferente cuando Haerin y tú estaban juntas en una de sus muchas salidas de amigas.

-Sí, eso dije...-La mayor miraba atentamente a Hyein quien estaba al otro lado de la pantalla.

-Pero que decidiste ignorar esos sentimientos porque también te pasó hace 2 años con ella.-Recibió un asentimiento de la contraria.-Pero hoy te diste cuenta que ya no es tan fácil reprimir esos sentimientos, porque ahora se sienten más y más fuertes, ¿No?

-Sí. ¿Alguna idea para dejar de-...

-Tienes que decirle como te sientes.

-Eh, no.

-¿Por qué no? Si son mejores amigas ella más que nadie te ente-

-Por eso mismo, somos mejores amigas.-Danielle bajó la mirada por unos segundos-Como te dije, hace dos años también llegué a descubrir otros sentimientos hacia Haerin, pero pude reprimirlos porque puse primero nuestra amistad que mis sentimientos y... Funcionó, me olvidé de esos sentimientos e incluso tuve relaciones amorosas, ni siquiera me acordaba de aquello y llegué a la conclusión de que había confundido los sentimientos con otros, pero...

-¿Pero...?

-Pero por alguna razón esta vez es diferente, porque ya reconozco los sentimientos que siento por ella...-Danielle frunció el seño antes de seguir hablando-Y se supone que si sé que no me siento confundida debería ser más fácil reprimir mis sentimientos...

Se quedó en silencio por unos segundos.

-Debería ser más fácil esconderlos, dejarlos de lado... Pero no puedo, mi corazón me juega en contra, sigue bombeando sentimientos por Haerin.

-Pensé que el corazón solo bombeaba sangre.-La pelinegra rió ligeramente.

-Hyein, esto es serio.

-Lo sé, lo sé.-Pensó por unos momentos antes de hablar-Por lo que me expresaste un poco de tus sentimientos... Creo que está de más decirte que lo que sientes por ella es más que un amor de amistad y lo tienes en claro, ¿verdad?

-Sí, pero mi única opción es reprimir mis sentimientos... O al menos intentarlo.

-Pues no, la verdad pienso que debe-

-¡Buenas y buenas mañanas, tortolitas!-Una pelirubia entró a la habitación de Danielle interrumpiendo a Hyein-¿¡Tan temprano se levantaron a chismosear!?

-¡Yunjin, te dije que tocaras antes de entrar a mi habitación!-Reclamó Danielle a su hermana mayor, Yunjin.

-¡Oh, hola! Yunjin. Tiempo sin verte.-Hyein saludó entre una ligera risa.

-¡Lo mismo digo, corazón!-Yunjin apoyó su brazo en un hombro de su hermana quien aun estaba sentada en la orilla de la cama-Es horriblemente temprano y ustedes ya están despiertas, Dios.

-Yo estaba durmiendo muy agusto, ¡Dani fué quien me despertó!-La menor rió ligeramente.

-Lo siento mucho, aún así muchas gracias por contestar, lo aprecio mucho.-Danielle le dedicó una ligera sonrisa a su amiga.

-Sabes que cualquier cosa estoy aquí.-Sonrió-Pero ahora ya me tengo que ir, mi hermano me debe estar esperando para salir.

Las tres chicas se despidieron y ahora solo quedaban Danielle y Yunjin en una habitación totalmente fría.

-Yunjin, eh...

-Shhh, no me digas nada. No tengo porque entrometerme en lo sea que hayan hablado, pero sabes que cualquier cosa puedes contar conmigo.

-Sí, lo sé.-La menor dejó su laptop en su escritorio.

-Ahora solo vístete para salir.-Mandó la rubia antes de ir a cerrar la ventana de aquella habitación-Que frío...-Murmuró para sí misma después de cerrarla.

-¿A dónde vamos?-Danielle preguntó algo curiosa, pero sin tanta emoción.

-Vamos por ahí, para distraernos un poco.

Danielle lo pensó por unos segundos, pues no se sentía con los ánimos de salir.

-Ve tú, la verdad no tengo energías para salir.-Finalizó para después tirarse a la cama y cubrirse hasta la cabeza con las sábanas.

-Que pena, tenía pensado ir a la heladería que tanto te gusta.-Caminó hacia la puerta y la abrió-Parece que tendré que ir a comer helado sola.

-¿¡Helado!?-Se quitó las sábanas de encima y vió como Yunjin cruzó la puerta y la cerró-¡Espera, ya tengo energías para ir! ¡Yo también quiero helado, no me dejes!

Danielle se apresuró a cambiarse de ropa y salió de su habitación tan rápido como si de flash se tratara.

Y ahí estaba, comiendo heladito con su hermana.

El helado siempre la hace sentir mejor.

Y eso su hermana lo sabía.