❝ 𝐒𝐓𝐄𝐑𝐄𝐎 𝐋𝐎𝐕𝐄 ❞⸺ 𝙳𝙰𝙼𝙸𝙰𝙽𝚈𝙰

０３

ও✿ ࣪‎ : 𝙎𝙤𝙛𝙩𝙡𝙮

──Y bien, enana ¿qué quieres exactamente?

La pelirosa se quedó callada. Además de querer que le ayudara para el examen se empezaba a preguntar si ese podría ser el momento de confesar sus sentimientos.

──Bueno... quisiera que me ayudaras a estudiar para el examen ──volvió a repetir la chica.

Damian rio.

──¿Y puedo saber por qué repentinamente tienes ganas de aprobar un examen por primera vez en tu vida?

──Mhmm... no sé si te lo deba decir.

──Entiendo ──Damian se apoyó en la pared haciendo notar cuan alto era ──. No confías en mí. Y no te culpo, después de cómo te he tratado desde siempre, es obvio que no merezco que me lo digas.

──Yo no quería decir eso... ──murmuró la chica.

──¿Entonces?

──Supongo que no hay nada de malo en que te cuente...

Damian la observó expectante.

──Lo que sucede es que ayer por la noche me peleé con mi papá por... un motivo personal. La verdad es que me molesté un montón y le dije algo muy hiriente, de lo que ahora me arrepiento.

──Oh, vaya... ──por primera vez en la vida desde que lo conocía Anya notó en el semblante del chico una profunda tristeza ──. Entiendo cómo se siente eso...

──¿A qué te refieres...? ──resultaba tonto hacer esa pregunta, ya que Anya podría leerle la mente con facilidad y sabía perfectamente cuales eran los pensamientos de Damian en ese momento, pero prefirió que él mismo se lo dijera.

──Pues... supongo que sabrás bien que pertenezco a la familia Desmond ──comenzó, a lo que Anya rodó los ojos con molestia, presunción era lo último que quería escuchar por parte del Segundo. La chica estuvo a punto de interrumpirlo pero calló al ver que el joven continúo hablando:── Cuando dije que entendía cómo se sentía pelearse con el padre es porque yo y mi padre nos hemos peleado varias veces pero nunca nos hemos reconciliado. Él siempre prefería a mi hermano mayor... él... él nunca me quiso realmente... ──agachó la cara.

Por primera vez desde que Anya había conocido a Damian, le pareció que el chico estaba aguantándose las ganas de llorar. Ella no sabía qué hacer ante eso, era evidente que no había esperado esa confesión por parte de quien la molestaba muy a menudo. Guardo silencio pero repentinamente tuvo el impulso de...

──Oh, segundo hijo... ──la pelirosa se paró de puntitas para abrazarlo, lo cual sorprendió al chico.

──¿Q-qué... qué crees que haces...? ──preguntó sonrojado Damian.

──Has sufrido bastante... yo... yo nunca hubiera pensado que guardaras esos sentimientos, Segundo... ──contestó sin dejar de abrazarlo──. Lo único que deseas es cariño y aceptación por parte de tu padre... -se detuvo antes de continuar hablando──. Tal vez yo no sea la persona correcta como para decir eso pero, quiero que sepas, que siempre voy a estar aquí para ayudarte...

──Y-Yo...

Los ojos de la menor se iluminaron de alegría.

──¿De verdad? ¡Oh, muchas gracias! ──sin poder contenerse lo volvió a abrazar.

──¡Hey! ¡Pero con la condición que dejes de hacer eso! ──Damian se la quitó de encima, incómodo.

──Jeje, vale. No lo volveré a hacer si no quieres.

──Gracias, supongo.

Silencio nuevamente.

──Segundo hijo...

Esta vez se lo iba a decir, debía hacerlo... ¿qué podía perder? Después de todo ella no tenía miedo a nada... ¿o...si?

──¿Qué quieres, enana?

──Yo... tengo algo que decirte...

El azabache prestó atención a las palabras de la oji verde. Estaba muy nerviosa...

──Escucha, mhm... desde hace un tiempo... me parece que... te he empezado a ver cómo algo más que un amigo...

──¿E-eh...?

──Me he di cuenta de que mis sentimientos hacia ti cada vez eran más fuertes... y eh...yo... bueno... ¡lo que trato de decir es que literalmente tú me gus...! ──no acabó la frase tan esperada, ya que fue interrumpida por una voz.

Su amiga Becky había llegado corriendo, se la veía un poco alterada.

── ¡Anya! ¿Por qué rayos no fuiste al salón? ¡El sensei está muy molesto! Contigo también, Damian ──observó al mencionado ──.Probablemente estén castigados a la hora de recreo.

La de cabellos rosados había quedado totalmente desconcertada ¡había estado a punto de decirlo! Menos mal que Becky había llegado a tiempo. Sacudió la cabeza.

──Oh, lo siento Becky... voy contigo ──se apresuró a caminar junto a su amiga para ir a su respectiva clase, la cual ya había comenzado. Disimuladamente volteó un poco la cabeza para ver al menor de los Desmond.

Damian las seguía de cerca, sumergido en sus pensamientos. Se le veía bastante aturdido y avergonzado.

La oji verde respiró profundo y volvió su vista al frente. Habían llegado. Pero no se sentía preocupada ni asustada. Después de todo no era la primera vez que recibía una reprimenda por parte de un maestro.