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ও✿ ࣪‎ : 𝙎𝙚𝙘𝙤𝙣𝙙 𝙨𝙤𝙣



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──¡Anya, vas a llegar tarde!

La pelirosa se cayó de la cama al escuchar el aviso de su madre. Todavía semidormida logró contestar:

──¡Ya voy!

Al levantarse sintió una punzada en el pecho.

──¿Por qué de repente me siento tan mal? ──recordó lo sucedido la noche anterior──. Oh, espero que Chichi me pueda perdonar...

La joven se vistió y bajó a desayunar. <<Debo disculparme con él>> pensó.

Saludó a su mamá, pero no vio a su padre por ningún lado. Se sintió culpable de inmediato.

──¿A dónde fue Chichi?

Yor se dio cuenta del abatimiento de la pelirosa.

──Él... bueno... tuvo una misión imprevista, y tuvo que irse más temprano...


──Oh, está bien...


──No te preocupes Anya, te prometo que regresará pronto. Termina tu desayuno.


Todavía cabizbaja la chica acabó su desayuno sin decir una palabra más.


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Al llegar a la Academia Éden la peli rosa continuaba preocupada, pensando en la forma de emendar lo que había hecho. Sumergida en sus pensamientos, escuchó la voz de su amiga Becky, quien venía corriendo a saludarla.

──¡Anya! ──la castaña la abrazó──. ¿Cómo está mi mejor amiga del mundo entero?

──Oh, hola Becky... ──contestó la contraria sin mucho entusiasmo.

Becky se separó al darse cuenta de que su amiga no se encontraba probablemente bien.

──¿Te ocurre algo?

──No...nada...

La pelirosa trató de aparentar que estaba bien, por lo que siguió caminando, pero aun así eso no convenció completamente a Becky, quien la observó detenidamente cómo queriendo ver en los ojos verdes de Anya el problema que la atormentaba.

──No, no estás bien ──sentenció la castaña──. Hoy no tienes el mismo entusiasmo de siempre. ¿Ocurre algo?

──Supongo que si.

──¿Qué es? ──al no ver reacción alguna en Anya ante su pregunta, Becky insistió── : Oh, vamos Anya soy tu mejor amiga, me puedes decir lo que sea ¿recuerdas?

La pelirosa suspiró.

──Bien, lo que sucede es que ayer tuve una discusión con mi papá, y creo que herí sus sentimientos.

«Oh... pobre mi querido Loid»  pensó Becky. A Anya no le pasó desapercibido ese pensamiento pero guardó silencio.

──Oh, lo lamento tanto Anya ──contestó Becky.

──Gracias, pero ahora quiero hacer algo por él para que me perdone.

Ambas amigas se quedaron pensando.

──¡Ya sé! ──exclamó Becky cómo si de pronto hubiera tenido una idea genial- Falta poco para él próximo examen... ¿Qué tal si, para ese día, te esfuerzas al máximo estudiando y tratas de sacar una buena nota?

A Anya le devolvió la sonrisa.

──No es tan mala idea. Lo intentaré.

Becky volvió a abrazarla.

──¡Si! ¡Esa es mi amiga!

Repentinamente Anya volvió a agachar la cabeza. Becky la miró.

──¿Y ahora qué sucede?

──Acabo de recordar... que no soy buena estudiando. Siempre saco notas bajas. Normalmente no me importa, pero ahora... me gustaría ser igual de aplicada que otros compañeros.

──Bueno, te diría que te podría ayudar, pero es que la verdad ando bastante ocupada y mis padres esperan un gran progreso de mí. Disculpa en verdad, Anya. Pero quizás puedas encontrar a alguien más que te enseñe...

Justo en ese momento, mientras conversaban, pasó por allí Damian, acompañado de sus fieles seguidores Ewen y Emile.

A Anya se le iluminó el rostro y llamó al joven Desmond.

──¡Eh, Segundo hijo!

El chico se detuvo al oir que lo llamaban, pero al darse cuenta de que era Anya, adoptó una expresión de desprecio.

──¿Qué quieres, enana?

Anya dudó por un momento al ver que Ewen y Emile actuaban en defensa a Damian:

──El señorito Damian, no tiene tiempo para hablar con enanas feas cómo tú –dijo Emile.

La pelirosa se armó de valor.

──Es que... me preguntaba si me podrías ayudar a estudiar para el examen.

Damian no supo que responder de inmediato, dado que no se esperaba eso, pero cuando iba responder lo interrumpieron la risa de sus compinches.

──Jajaja ¿tú? ¿estudiando? ──rio Ewen ──. El señorito Damian tiene cosas más importantes que hacer que estar enseñando a enanas para un examen.

──Señorito Damian, ¿quiere que nos encarguemos de que la enana no lo moleste más? ──preguntó Emile, quien se sorprendió al escuchar la negativa del chico nombrado.

──No, gracias. Háganme el favor de ir yendo al salón, yo los alcanzaré después. Quiero conversar con Forger.

Los dos muchachos, totalmente sorprendidos, obedecieron inmediatamente la orden del menor de los Desmond.

Becky, no estaba completamente segura de dejar sola a su amiga con alguien en el que no confiaba en absoluto, pero al ver que Anya asentía cómo tratando de decirle:  «No te preocupes, yo puedo...»  decidió confiar y siguió al salón a Ewen y Emile, quienes ya estaban por llegar. 


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❝ 𝐒𝐓𝐄𝐑𝐄𝐎 𝐋𝐎𝐕𝐄 ❞⸺ 𝙳𝙰𝙼𝙸𝙰𝙽𝚈𝙰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora