Mi Última Cita // HyunKi

5. Es el fin

En el grupo las cosas no cambiaron mucho después de ese día. Cada quien seguía cumpliendo sus agendas: siendo conductores de programas radiales y televisivos, asistiendo a eventos como invitados, trabajando para un nuevo lanzamiento...

Hyungwon aún no podía olvidar las palabras de Kihyun, y de solo pensar en ese momento le dolía la idea de siquiera hacerle caso. Era consciente de que no sería fácil, que Kihyun tenía razón y que cuánto antes se rinda mejor. Pero si pensaba en lo que más quería, nada de lo anterior tenía validez.

«– Solo responde si estás así por mi culpa.

– ¿Y qué si lo es? De cualquier forma no hay posibilidad de que ocurra algo. Ni siquiera nos llevamos bien, y siendo sinceros, no seríamos amigos si el grupo no existiera. No tiene caso hablar de esto, lo mejor es que lo olvides y sigas con tu vida. Yo lo haré.»

Aunque de manera implícita, Kihyun había admitido que sentía lo mismo que él. Entonces porqué Kihyun estaba tan empeñado en asumir que no era correspondido. Si al menos le hubiese dejado hablar antes de esconderse en su habitación, ahora estarían... ¿haciendo qué?
Cierto, los hubiera no tienen validez, debería dejar lo que no funcionó y "seguir con su vida".

Seguir con su vida...

Exhaló en un profundo suspiro de cansancio, pues su mente no se detenía en dar vueltas a lo mismo desde hace casi una semana y media. Entre sus actividades individuales y grupales, su mente que no detenía motores, y las citas que sus adorados padres imponían; su vida se estaba consumiendo mucho más rápido que cuando solia trasnochar trabajando para el comeback.

Por eso había llamado a su papá la noche anterior, cuando llegó a su departamento después del programa en la radio, y al menos puede decir que logró un buen trato con él. Asistiría a una última cita y ese sería el fin de toda esa situación.

.
.
.
.
.

Hyungwon está harto de ir a citas, y no es por sus acompañantes en dicho acto, sino porque en su corazón ya habitaba alguien. Su papá prometió dejarlo en paz luego de esta última, sea cual sea el resultado.

La espera se estaba haciendo eterna y quería usar el tiempo en algo que sería provechoso en algunas semanas. Hyungwon comenzó a pensar en los nombres de sus futuros gatos y en todo lo que se ahorraría para un buen viaje por el mundo cuando se jubile. Y es que sin Kihyun no podía pensar en una posible vida amorosa, aunque era muy pronto para siquiera pensar en eso.

Mientras se encontraba sentado en una mesa cercana a la pared del fondo en el restaurante ya tan conocido para él debido a sus citas anteriores, pensaba en nombres un poco chistosos pero llamativos que servirían para llamar a sus peludos: Chispitas, Otto, Bigotes, Misifus, y otros más eran bastantes comunes. Quería que fuesen únicos, por ejemplo... ¿Kihyun?

No, ninguno de sus felinos llevaría el nombre de la persona que él deseaba a su lado. Y que en ese mismo instante permanecía ocupando el asiento frente a él, una brillante sonrisa adornando su rostro y los tan conocidos hoyitos que se moría por  besar. La soledad y el silencio de la espera si que le estaban haciendo mal.

– ¿Sabías que cuando te vas a tus viajes astrales tu cara da risa? –. En definitiva es algo que sin problema le diría Kihyun, parecía tan real. – ¿Piensas quedarte así más tiempo?

– Si así puedo verte como ahora, no quiero volver.

– Pero si no vuelves cómo se supone que tendremos la cita – reclamó con un pequeño puchero inconsciente, de esos que solo Yoo Kihyun y sus exageradas reacciones podía hacer. – Eso me pasa por escuchar a los Lee y sus ideas sacadas de fanfics...

Entonces regresó, porque ni siquiera su mente sería capaz de replicar un Kihyun tan similar al de la vida real. Y eso solo podía significar una cosa:
El verdadero Kihyun era su última cita.
– ¿Cómo es qué...? –. No podía creerlo y como buena persona sensible que era, las lágrimas no tardaron en hacer aparición al borde de sus ojos. ¿Eso significa que tenía una oportunidad con Kihyun?
Las palabras comenzaron a atorarse en su garganta, un pequeño sollozo saliendo a cambio. Se sentía apenado por su reacción frente al chico que le robaba el sueño, más quitándole importancia al darse cuenta que podía ser honesto con sus emociones cuando se encontraba en su compañía, dejó fluir su llanto lo más disimulado posible.

SS