*el arte de portada no es mio*
*todos son mayores de edad*
(Disculpen la mala ortografía y falta de detalles)
Espero les guste y disfruten de esta nueva historia:)
En esta historia leerás cómo sería tu vida si tuvieras un hijo con nuestro maravillos...
El día siguiente se sentía diferente, el ambiente ya no era el mismo, se sentía fresco y podía escuchar las risas en la planta baja
Cuando me levante para ir al baño me encontré con Mikey quien salía de la ducha
-que sexi- pensé mientras lo admiraba con su cabello mojado, sin camiseta, y su pecho marcado
-Oh, t/n- dijo el sorprendido al verme -buenos días, cariño- saludó acercándose para un beso
-Buenos días- le devolvi el saludo
Me lave la cara y cepille los dientes mientras por el espejo apreciaba cómo Mikey se cambiaba de vestimenta, su espalda era muy atractiva. Mikey era de las personas muy delgadas, tenía una piel blanca y se veía casi de porcelana, en su espalda habían uno que otros rasguños pero eso nomas me hacía querer llenarle de besos
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-te gusta lo que ves?- pregunto este
-huh?- dije confundida bajando la mirada
-si no fuera por estos estupidos rasguños, te dejaría besarme- mencionó dándose la vuelta
-que? acaba de leer mi mente? es exactamente lo que quiero hacer-
-a quien le importan unos rasguños? que yo sepa a mi no- le respondí con una sonrisa
Ambos sonreímos y luego bajamos a la planta baja donde los hermanos Haitani, Sanzu, koko y literalmente todos los compañeros de trabajo de Mikey se encontraban riéndose y jugando con el pequeño Masayuki
-wow, que hacen todos aquí?- pregunte
-uhm, n..nada- respondieron todos a la misma vez algo raro
-e..esta bien- dije confundía -como sea les gustaría que les cocinara algo para el desayuno?- pregunte a todos mientras me acercaba para besarle la frente a mi hijo
-la verdad es que no, estaremos trabajando con sangre y no es recomendable comer antes- dijo kakucho
-y tu desde cuando me respondes las preguntas, te recuerdo siendo muy callado eh- le comenté a kakucho
-Bueno, cambios- respondió saliendo del lugar
Mikey se acerco a mi, me abrazo desde la espalda, luego beso mi mejilla y susurró "puedes llevarme unos dorayakis en la tarde?"
-Claro- le respondió con una sonrisa
Cuando me di la vuelta noté que sanzu nos veía desde lejos con una mirada vacía, en sus ojos podía reflejar lo mismo, un vacío inmenso.
-Vámonos- indicó Mikey saliendo junto a los chicos de la casa
