Cuidado con lo que dices

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Aquel día fui despedido de mi trabajo, con el pretexto que la compañía estaba teniendo bajas ventas por lo que debía recortar personal. Sentí que mi mundo se me estaba cayendo tenía una casa que pagar, no tenía ni un mes de haberla comprado, me había endeudado y ahora no sabía de donde pagaría. Estaban también los pagos del agua, la luz, el plan del celular y lo más importante mi esposa estaba a días de tener a nuestro bebe.

Decidí llamar a los muchachos ya que era viernes por la tarde, me fui a beber a la cantina, no quería llegar a casa. Entonces me reuní con ellos bebimos y cantamos al son de los tragos les comente a mis amigos mis problemas y que mi mujer me mataría cuando se enterase de mi despido. Recuerdo que en aquel estado de ebriedad comencé a llorar y a maldecir a mi suerte a tal punto de jurar que pactaría con el mismísimo demonio con tal de que me ayude a obtener dinero. Creo que lo repetí unas 5 veces, se me habían pasado tanto las copas que tuvieron que llevar cargado hasta mi casa.

A la mañana amanecí con un dolor insoportable en la cabeza. Cuando desperté mi esposa me miro preocupada creo que su instinto le decía que había algo que no estaba bien. Empezó hacerme preguntas de porque había llegado tan tomado a las 3 de la mañana, fingí diciéndole que era solo su imaginación y era el cumpleaños de Toño el primo de Carlos que nos habíamos quedado celebrando sin percatarnos de la hora. Aunque ella mantenía sus dudas, me dijo que iría al supermercado, le di un beso y ella se marchó. Luego tome algunas pastillas para mi dolor de cabeza y volví a la cama a seguir durmiendo.

Entonces tuve un sueño muy raro no entendía lo que pasaba todo se sentía tan real. Estaba caminando cuando me perdí, no sé de donde apareció pero una hermosa mujer blanca, de cabello largo, rubia y de ojos azules se me acerco y me pregunto;- Necesitabas ayuda.-Estoy perdido.- le respondí.- cuando sonó mi celular, vi que era mi esposa la que me llamaba y que era medio día pero al tener poca cargar este se apagó y no le pude contestar.- Quieres ayuda, yo vivo cerca.- me dijo la mujer amablemente-Si le repetí estoy perdido y necesito cargar mi celular.-Ven vamos te ayudare.-Accedí a su ayuda y camine junto a ella. Llegamos a una gran casa lujosa y llena de gente junto a una piscina. Parecía una fiesta porque todos llevaban mascaras y se podia oír una música.

La mujer me miró fijamente a los ojos y me dijo;

- Yo sé lo que quieres y necesitas.

-Sí, le dije pensando en el cargador para mi celular.

-Eso no, me respondió ella burlonamente como si hubiera leído mis pensamientos.

- que? le pregunte extrañado.

-Sé que necesitas dinero, solo debes aceptar mi proposición

-Te escuche, se lo que dijiste anoche.- mantenía su mirada y señalo hacia un mueble cerca de ella.

-Yo no entendí a qué se refería pero ya me quería ir. Entonces se acercó a mi oído y me susurro unas palabras.

-Yo no le entendí muy bien, así que le respondí : dame lo que necesito o me iré.

Entonces ella tomo mi mano y nos levantamos, de alguna extraña forma me encontraba bailando entre la gente de aquella casa. Bailábamos hasta formar un gran pentagrama humano donde yo había quedado en el centro, la vestimenta de los invitados había cambiado parecían llevar túnicas , luego la mujer tomo mi dedo pulgar no había notado sus uñas pero eran puntiagudas y negruzcas, con su uña puntiaguda pincho mi dedo. Un poco de mi sangre empezó a salir y escribió mi nombre en el suelo extrañamente una piedra roja se formó con mi nombre. Ella guardo la piedra y me dijo: - El pacto ya está hecho vete ya. Todos empezaron a reír alocadamente, luego la extraña dama me empujo.

Me desperté por el fuerte golpe pues me había caído de la cama, cuando revise mi celular estaba descargado. Cuando lo encendí eran las 2 de la tarde extrañamente tenía varias llamadas perdidas de mi esposa a eso del medio día. Me asuste por la extraña coincidencia del sueño cuando la intente llamarla a su teléfono solo timbraba y me enviaba a mensaje de voz. Salí a la calle y les pregunte a mis vecinos si no habían visto a mi esposa, pero nadie la había visto desde la mañana. Llame a su madre y a sus hermanas pero no nadie la había visto.

Busque entre sus cosas y no encontré nada solo un billete de lotería que jugaría para ese día en la tarde. Luego de unas horas recordé lo que me había dicho; voy al supermercado ya iba a buscarla pero un auto se estaciono afuera de mi casa era la policía. Un oficial bajo del auto se acercó a mí y me dio las condolencias yo no entendía, entonces me subió a la patrulla y me llevo hasta el hospital. Mi esposa había salido al supermercado a comprar pero se puso de parto en el camino por lo que me estuvo llamando. Trato de cruzar la calle y tomar un taxi pero el dolor fue tan fuerte que sin querer se tropezó y cayó en la calzada. El conductor de un bus que pasaba por ahí no la vio caer y por más que los transeúntes trataron de alertar al conductor este no la vio...No me atreví a ver el cuerpo de mi mujer pero por la expresión del médico supe que el autobús había destrozado su cuerpo y el de mi hijo.

Recordé lo que había dicho en aquella cantina y lo de sueño en la mañana que seria capaz de pactar con el demonio con tal de obtener dinero. Aunque no se recuerdo lo que aquella mujer me dijo al oído se que lo que me allá pedido tenia que ver con mi esposa y mi hijo. Fui un estúpido que no cuido sus palabras. Tome el billete de lotería que mi esposa había comprado. Mientras escucho los números de mi boleto empiezo a llorar desconsoladamente. Había ganado la lotería teniendo el dinero que deseaba. Para mis amigos aquello fue solo una gran coincidencia pero para mi todo fue real..

Historias de MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora