¿Dónde estás?

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Aquel día mi mamá había salido. No era la primera vez ya lo habia hecho antes. Recuerdo que me dijo ya vuelvo mi amor y me dio un besito. Yo solo le devolví el beso con una sonrisa mirándola a los ojos. Ella saco un frasquito con unas gotitas diciendo que eran mis vitaminas. Toco mis manos y me envolvió en mi colcha, apago la luz, escuche la puerta y se marchó.

Me quede dormida pero ya mas tarde me senti un cansada. Creo que esas vitaminas no hicieron mucho, me estoy sintiendo enferma. Entonces empece a llorar pero mamá no me hacía caso. ¿Será que no me quiere?

Pensé haber escuchado abrirse la puerta de la casa, creo que tal vez son los vecinos.

— ¡Mamá tengo mucha hambre! ¿Dónde estás?

Estoy muy enojada con ella, toso un poco pero ella no ha vuelto.

Me he quedado dormida otra vez , despierto no veo a mamá.

— ¿¡Mamá donde estas!? Lloró un poco para ver si viene a buscarme en mi habitación pero no me contesta. Sera que ya llego y se quedó dormida en el sofá.

Me siento cansada tengo sueño. Me siento algo incómoda pero sé que pronto vendrá mamá.

Sueño con ella, estamos sentados en el autobus o paseando por el parque. Recuerdo que ella me canta y baila conmigo a veces la noto cansada..

— Mami, te amo mucho. Prometo que cuando regreses me portare mejor.

Me he vuelto a levantar, he mojado la cama pero ella aún no ha llegado. Tengo sed y hambre solo espero que ella vuelva pronto.

Entre la oscuridad de mi habitación veo una sombra oscura que no se mueve. Está en la entrada de mi habitacion.

-Eres tu mami...Lloro levemente para saber si es ella pero no escucho su respuesta.

La sombra no se acerca, solo está parada desde la puerta mirándome. Tengo miedo donde estas mamá. Hay un extraño en la casa y tú no llegas.

Tengo sueño otra vez trato de mantenerme alerta y ver qué es lo que desea el extraño pero sigue callado observándome.

Veo que se acerca lentamente hacia a mí. Me duele un poco el estómago. Susurra algo a mi oído.

-Ya debemos irnos

Me sorprendo de sus palabras pero yo no me quiero ir , lloro una vez más pero mamá aun no llega.

Me sigue doliendo y siento un picor en todo mi cuerpo.

-Vamos niña ríndete, tenemos que irnos ya

-No quiero, no quiero sigo llorando pero la sed, el hambre y mis fuerzas son muy débiles.

-Han pasado siete días pequeña, ella ya no vendrá.

-No se a lo que se refiere. Pero quiero ver a mi mamá.

El sujeto se acerca a mi y  me toma en brazos

Tengo miedo pero a la vez se siente tan confortable. Sus manos se  sienten tan tibios como los brazos de mamá, ya no me duele, no siento dolor.

-Te sientes mejor pequeña

-Estoy calmada, pero algo triste esperaba a que mi madre volviera. Sé que cuando ella vuelva se arrepentira pero ya será tarde.

-Adios mamita..

Entonces la muerte tomo entre sus brazos al alma de la bebe y ambos partieron lejos de ahí. 

Basada en la historia de Diana Pifferi

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