Cuando Richarlison pasa unas vacaciones en República Dominicana y allí tiene una aventura con una joven dominicana.
Ambos creyeron que todo quedaría ahí y que después de esa noche no se volverían a ver, pero el destino tiene planes extraños y hará...
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—Entonces, me están diciendo que tú te acostaste anoche con Richarlison y tú te acostaste con Eric.
El rostro de Elis parecía un poema, y tanto Jennifer como yo asentimos evitando reír por la expresión de mi hermana.
En estos momentos nos encontramos en una linda cafetería sentadas en una de las mesas de atrás, mientras esperamos nuestros postres y té.
—Esto es jodidamente loco.—dijo Elis después de un rato. —¿Se pusieron de acuerdo?
—Claro que no.—respondí mientras reía
—Obviamente no quiero detalles.
—Yo si.—se quejo Jennifer volteando a verme
Rodee los ojos.—No te daré detalles
—Eres tan mala.
En ese momento el camarero se acercó y nos dejó nuestras órdenes enfrente de cada una, comenzamos a hablar de diferentes temas dejando de lado el tema de Richarlison y Eric.
Luego de salir del café Elis me pidió que fuésemos a su casa, cosa que no me pareció muy buena idea, ya que no estaba preparada para volver a ver a mis padres, pero al final acepte.
—¡Tía!—chillaron los niños en cuanto me vieron entrar a la sala.
Me agache y los recibí con los brazos abiertos, comencé a llenarles la cara de besos mientras estos se retorcían de la risa.
—¿Cómo están?
—Bien.—respondió Nick
Nicole por su parte besó mi mejilla y salió corriendo seguida de su hermano para volver a jugar, me levanté lentamente y observé a mi padre que se encontraba de pie al lado del sillón.
Nos quedamos mirando por unos segundos hasta que mi madre entre a la sala y se acercó a mi con emoción.
—Mi niña.—dijo para después envolverme en sus brazos.
Correspondí a su abrazo con gusto.—Hola, mamá.
Nos separamos y esta me observo de pies a cabeza.—Mira lo bella que estás.
—Hola, hija.
Aparte mis ojos de mi madre para observar a mi padre que ahora se encontraba detrás de ella, mi madre me soltó lentamente y se hizo a un lado, relamí mis labios y di dos pasos hacia mi padre para después abrazarlo.
