©El encuentro con Juuzou Suzuya (Sin Editar)

Capítulo 1

Era de noche, el aire se respiraba fresco y tenía un poco de frío. Caminando lentamente me acerqué a una farola.
Al lado de esta se divisaba a un albino sentado encima de un cubo, tirando tarjetas y papeles al suelo. Me planté delante suya.

—¿Por qué no lo tiras en la basura?
—Porque no me importa no es mío —dijo en tono infantil.
—¿Que no es tuyo? A ver...

Cogí algo del suelo que al parecer era un carnet de estudiante.

—Ka-ne-ki-Ken

Lo puse al lado de la cara de aquel chico y los comparé.

—¿Ahora me crees? -dijo burlón
—Si no es tuyo devuélvelo -dije enfadada
—Que aburridooo -dijo tirando monedas al aire.
—Oye deja eso -dije cogiéndole la muñeca

Sin querer le había clavado las uñas.

—Perdón -dije apartando mi mano.
—No me duele -dijo mirando una especie de costuras que estaban junto a la marca que le deje.
Kaori: Que bonitas -dije susurrando

El peliblanco se levantó y empezó a caminar.

—¡Espera! ¿Lo vas a dejar así?

Me ignoró completamente así que decidí seguirle.

—Por lo menos dime tu nombre
—Juuzou Suzuya -dijo con ese tono infantil característico.
—Yo me llamo Kaori Hike
—Deja de seguirme
—No quiero -dije haciendo pucheros
—Que pesada

De pronto Suzuya se paró y apoyó su mano en la pared. Acto seguido cayó al suelo.
Corrí preocupada y me arrodillé, al tocar su suave cara sentí que el chico estaba ardiendo; tenía fiebre.
Le cogí de las manos y lo arrastré a mi casa que casualmente estaba delante de mis narices.
Entré y lo dejé en la cama de mi habitación. Fui a por pañuelos mojados para su frente.
Al regresar, gracias a la luz de la luna que entraba de la ventana pude ver costuras en su labio inferior, debajo del ojo y en su cuello. La verdad le queda muy bien aunque... No veo ninguna herida ¿se lo habra puesto por decoracion? Extraño. De repente algo me saco de mis pensamientos, escuche el sonido de un móvil. Mire por todos lados hasta que vi lucecitas que salían del bolsillo de los pantalones de Suzuya. Metí la mano con cuidado saque un móvil negro.
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—¿Si?
—¿Juzo?
—No, soy Kaori ¿Juzo no será Suzuya Juuzou?
—Sí ¿está con usted?
—Sí esta en mi casa tiene fiebre
—Ah gracias por ocuparte de él. Tú voz no me suena, ¿eres su amiga?
—Emmmm ¿más o menos?

El hombre soltó una carcajada.

—Bueno cuando se recupere ¿podrías decirle que vaya a la agencia?
—E-está bien.
—Ah que despistado, me llamo Shinohara.
Kaori: Encantada de hablarle Shinohara.
—Te dejo estoy bastante ocupado y gracias otra vez.
—Oh está bien adiós.
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Colgué y miré la hora, 23:03. Dormiré en el sofa con esta ropa que mas da.

Suzuya:
Me desperté por una luz que venia de mi derecha; una ventana. Sobre mi frente tenia algo mojado y frio, me lo quite y me levanté. Inspeccione la habitación que al parecer era de una chica. Abrí la puerta y me encontré con una salón grande en la que tumbada en el sofá se encontraba aquella chica pesada de la noche anterior.
Fui hacia ella y puse mi cara muy cerca de la suya para que cuando se despertara se asustase. Pero ella se movió hacia delante y nos besamos. Mi cara ardía de la vergüenza seguro que estaba rojo. Ella abrió los ojos como platos al notar mis labios pegados a los suyos.

Kaori:
Los dos estábamos rojos como tomates y ninguno se movía. Después de varios segundo tuve la fuerza para sentarme en el sofá y hacer como si no hubiera pasado nada.