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Haerin se encontraba acostada en su cama tapada hasta la cabeza mientras intentaba dormir un rato para que sus pensamientos no la siguieran atormentando.

Sus inseguridades a veces eran más fuertes que ella y ya no sabía qué hacer consigo misma.

Estaba harta de todo, pero más de esas inseguridades que tenía de su cuerpo.

En este momento tenía un puchero en sus labios y sus ojos cristalizados, no tenía ganas de llorar, no más, quería sonreír, reír o llorar de alegría como lo hacía cuando estaba con su novia.

Ya no quería llorar y fingir que estaba feliz cuando sus pensamientos se la estaban comiendo viva.

En este momento, una de sus inseguridades era que había subido más de peso, algo que no sabía cómo había pasado, pues ella estaba cuidando muy bien su alimentación.

De pronto escuchó la puerta del departamento abrirse y rápidamente se limpió cualquier rastro de lágrimas que podría ver en su rostro.

-¡Mi amor! Ya llegué - habló fuerte una Danielle desde la sala del departamento.

Rápidamente Haerin se paró de la cama y se dirigió hasta donde sabía que estaba Danielle para abrazarla.

La abrazó por la espalda con mucha fuerza aspirando la colonia del perfume de Danielle.

- Te querio, Dani - murmuró la castaña.

Danielle se separó del abrazo para encarar a Haerin y entre sus manos agarrar el rostro de la castaña para dejar un beso en sus labios.

La más baja cerró sus ojos dejándose llevar por el tierno y lento beso que Danielle le estaba dando.

- ¿Quieres contarme qué pasó hoy? - pregunto Danielle una vez se separaron del beso.

Haerin sabía a lo que la pelinegra se refería, hizo un puchero y sus ojos se volvieron a cristalizar.

Yo... lo siento mucho, Dani- contestó en un susurro - Mis pensamientos suelen ganarme de repente.

- Lose, bebé - besó la frente de Haerin - ¿Quieres contarme? - pregunto cargando a la castaña por los muslos.

- Creo que subí de peso, mi cara está más rellenita y mi panza creció un poco - comentó aferrándose a Danielle.

La mayor solo asintió - ¿Te cuento un secreto? - pregunto sentándose en la cama con Haerin en sus piernas.

La menor asintió ante la pregunta de la pelinegra.

- Me gusta cuando subes de peso, porque tus cachetes son más gorditos y te hacen ver tierna, más tierna de lo que ya eres y el ser más hermoso de este planeta - soltó un suspiro.

- ¿De verdad? - preguntó con sus mejillas sonrojadas.

- Claro, siempre vas a ser la persona que amo con todo mi corazón - respondió Danielle - Luego de nuestra sesión de besos de inseguridades vamos a platicar más sobre ellos y de todas tus inseguridades - le comentó para después empezar a dejar besos por todo rostro y estómago de Haerin.

La menor rió por las cosquillas que sentía.

- Eres mi lugar seguro, Dani - comentó después de un rato.

- Y tú el mío, Hae - contestó para inclinarse y empezar un beso lento y suave, pero lleno de amor.

Y Haerin no mentía ni tampoco exageraba, Danielle siempre ha sido su lugar seguro desde que la conoce.







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案 : 𝗕𝗘𝗦𝗢𝗦 𝗗𝗘 𝗜𝗡𝗦𝗘𝗚𝗨𝗥𝗜𝗗𝗔𝗗𝗘𝗦﹙𝖽𝖺𝖾𝗋𝗂𝗇﹚ .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora