🥀Amor A Distancia🥀

14/02/23

10:30 a.m. – 14/02/2023

❤Al siguiente día apenas despertaron se asearon, se pusieron ropa cómoda y abrigada, tenían planeado pasar todo el día afuera de casa, porque iban a tener su primera cita como novias oficiales.

Tomaron el tren para dirigirse a la cafetería que recomendó ir para desayunar la pelinegra. Allí iban a encontrar los mejores platillos dulces asiáticos, su especialidad la repostería y postres hecho en el mismo lugar. Pidieron café, jugos naturales de fruta y los respectivos dulces, y también comieron sándwiches conversando, sacando muchas fotos y disfrutando su compañía.  

Su siguiente parada fue ir al centro comercial a comprarse ropa, perfumes y regalos la una a la otra, además de comer helado mientras paseaban agarradas de la mano. Almorzaron pizza, la comida favorita de ambas, con unos refrescos con mucho hielo. Después decidieron ir al cine a ver una película para descansar de los pies, porque habían caminado demasiado. La película duró dos horas, pero allí no vieron casi nada de la película porque se quedaron dormidas. Al salir de la sala ambas no podían dejar de reírse por lo ocurrido, y como ya había anochecido, compraron comida china para cenar y se fueron a la casa a comer allí, ya que querían desfrutar de la intimidad que no podían tener en público. 

Apenas llegaron a la casa dejaron sus compras en la habitación, se dieron una ducha corta por separado mientras la otra ordenada la mesa para cenar.

La peli cobriza no quería estar del todo desarreglada, así que se colocó un vestido de invierno de color rojo, sus zapatos negros de tacón Mery jane, se retocó el maquillaje y antes de salir de la habitación se puso perfume.

La pelinegra estaba de espaldas ordenando la mesa, vestida con una polera blanca y un traje de dos piezas negras, luciendo semiformal para la cena que iban a tener. Al percatarse que la peli cobriza estaba detrás suyo, se volteó para observarla con una sonrisa cálida.

—¿Estás lista, cariño?, por cierto... te ves preciosa. —le dijo tomándola de la mano para acercarla a su cuerpo.

La peli cobriza sonrió de manera tímida antes de acercarse a besarle los labios.

—Gracias, tú también te ves hermosa.

Comieron de manera pausada, lenta y disfrutando la comida, del vino exquisito que bebían, y del momento tan espacial que estaban teniendo, escuchando música clásica de fondo.

Las miradas furtivas, la seducción, las caricias juguetonas y la química lo sentían en demasía, estar juntas jamás pensaron que podía ser todo tan intenso, que tendrían una vida para seguir conociéndose, descubriéndose, haciéndose compañía y aprendiendo el arte del sexo.

Cuando no pudieron seguir soportando la lejanía de no tocarse y besarse, de un momento a otro estaban besándose frenéticamente, con el deseo latente entre sus cuerpos dirigiéndose al cuarto. Allí cayeron en la cama mientras no dejaban de besarse y tocarse el cuerpo por encima de la ropa. 

—Mierda… —susurró tomando una bocanada de aire sin apartar los ojos de ella.

—¿Quieres que siga…? —le preguntó la chica peli cobrizo quitándole el cabello del rostro.

—Sólo si tu quieres… pero ya sabes lo mucho que te deseo. —le respondió con una pequeña risa tratando de ocultar su vergüenza.

La peli cobrizo negó con la cabeza riéndose antes de acercarse a su cuello y comenzar a estimular esa parte sensible de su novia. Dio pequeños besos alrededor de su cuello para luego mover con la mano la prenda que llevaba encima y exponer la piel morena de sus clavículas. Cerró los ojos y se dedicó a saborear la zona con su lengua, mientras la peli negra cerraba los ojos, se tapaba la boca con su mano derecha tratando de no hacer ruido, pero era inevitable cuando las caricias que recibía en su piel la estaban encendiendo a fuego lento.