No la aguanto. Mi alma es triste y meláncolica. Toda mi vida he luchado contra ello; creyendo que con sólo fingir una sonrisa, la penumbra se desvanece. Es todo lo contrario, se camufla y siempre sale cuando estoy bien con todos y conmigo mismo, arruinando así mis relaciones y mi vida.
Sin poder dormir y con los ojos cansados, el silencio se apodera de la cueva y, una vez más intento sanar con la escritura, una vez más esta ventana helada es testigo de mis pesares, una vez más las estrellas y la luna lloran conmigo...
Amor de amores, pesar de pesares. Mi gato negro y la soledad adornan mi alma conviertiéndola en un artilugio.
¡Sosiego, ven a mí!.
¿Por qué huyes de aquellas personas qué mas te buscan?
¿Será que el buscar no permite conocer?
Así sin buscarla, según dicen, todo llega. Pero qué ansías de que toques mi ventana y me invites a danzar
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Gato negro
PoetrySucesos, poemas, experiencias, felicidades y amarguras que mi ser ha transformado en arte.