🍃 ━━┇❝Madre❞

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MADRE

En la naturaleza no hay recompensas ni castigos, hay consecuencias.

~ Robert Green Ingersoll

La humedad se cuela por entre las grietas de las viejas paredes que conforman y separan cada cuarto de este viejo caserón

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La humedad se cuela por entre las grietas de las viejas paredes que conforman y separan cada cuarto de este viejo caserón. Su frialdad llega hasta mi piel para abrazarla cual tela de invierno, haciéndome temblar, porque no tengo nada más a lo cual aferrarme para transmitirle calor a mi cuerpo desnudo.

El Sol se fue una mañana de diciembre para nunca volver, y ya ni siquiera sé por qué las nubes impiden nuestro encuentro. Aunque en mi interior supongo que lo único que quieren es degradarme, hacerme débil, para que en la próxima estación no sea más que un saco viejo de huesos bajo una tumba de tierra y roca. Y no puedo quejarme ahora, mis sueños murieron hace mucho, al igual que las fuerzas para seguir luchando por un planeta demasiado inmenso para una sola persona.

Intenté de todas las formas posibles hacerme entender por medio de las voces nocturnas, por medio del canto de un ave o el crecimiento de cada cuerpo terrestre vivo o no vivo ¿A qué costo?

Si por mis sacrificios se me concediera el sueño más preciado, no habría uno mejor que el de alcanzar la armonía y el equilibrio en todos los niveles de la vida. Cada partícula que se filtra en los confines más recónditos o secretos viene a parar a mí, atacándome al igual que una hoja afilada, como si yo les hubiera dado razones a mis hijos para tomar venganza de mí.

Ahora me pregunto ¿Qué he hecho yo? ¿Qué hice mal? Si les he dado todo lo que tenía a cambio de nada.

Quizás mi mayor error fue el de confiarles mi vida, porque cada equivocación, por muy pequeña que fuera, es otro pedazo mío que se destroza ante mis pies. Ellos no me ven, no me escuchan, pero yo estoy llorando, y mi llanto es un grito en medio de la agonía que me devora lentamente dentro de este encierro. Porque los siento apagarse uno a uno con la misma velocidad de una flor que se marchita, y sí, puede que para ellos pasen milenios, pero para mí todo se resume en un minuto de la eternidad. En un espacio infinito donde todo lo que no creías haber visto antes nos está esperando.

Hoy mi casa comenzó a destruirse un poquito más que ayer. El techo tembló junto con el movimiento del suelo, abriéndole espacio a un foso que se tragó gran parte de las cosas que tenía dentro. La lluvia cae torrencialmente afuera, envenenando las plantas con su ardor radioactivo. Es entonces cuando me doy cuenta de que no falta mucho para desaparecer, porque ya no hay refugio en el cual ocultarme.

Pero no escaparé. Hacerlo sería traicionar al maestro que me dio la vida. Por tanto, soportaré el dolor, aquí nací y aquí pienso quedarme hasta el fin de mis días.











Los Diarios de la Mariposa ©Where stories live. Discover now