La histeria me domina. El concierto tendrá lugar mañana, en Portland. La discográfica pensó que era lo mejor, dado que el nombre de este nuevo álbum es, precisamente, Origins. Una vuelta a mis inicios, a aquel single que dio la vuelta al mundo en cuestión de horas, con su cubierta de mariposas y aquellas letras iridiscentes estampadas en la portada: All the colors of the world.
De forma inconsciente, alargo la mano hacia el asiento que tengo justo al lado. Aquella vez estaba vacío, a pesar de que le prometí que la llevaría conmigo. No lo hice porque Rick, mi primer manager, dijo que eso sería contraproducente para mi imagen. Que, nada más empezar, era mejor que me presentase ante el mundo como un chico abierto a todas las posibilidades.
Hoy no lo está, aunque la persona que lo ocupa no tiene nada que ver con Temperance. Es Louisa, mi nueva manager. Una mujer de armas tomar que no duda en depositar un apretón en mis dedos congelados.
—Enseguida hará efecto la pastilla. Tú intenta dormirte, Mave.
Trago saliva y cierro los ojos, apartando la vista de la carretera.
—¿Sabes dónde está? —musito, temblando ante la idea de volver a sumergirme en ese gris deslavado, esa nada familiar que me recuerda a un puñado de cenizas.
—Sus padres se han mudado, pero estoy en ello.
Estoy en ello. Eso es un no.
—Despiértame cuando lleguemos a Portland.
En realidad, lo que quiero decirle es que me despierte cuando haya encontrado a mis ojos. Mis colores perdidos. Sin embargo, una vez más, me callo por miedo a parecer un loco y me sumo en un sueño intranquilo.
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Todos los colores del mundo
RomanceMaverick Williams era una de las jóvenes promesas musicales más conocidas en Estados Unidos. Las peculiares melodías de sus canciones lo catapultaron en su día a lo más alto, logrando cifras récord de Sold Out en todos sus conciertos. Todo el mundo...