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Esta de más decir que el corazón de Jennie estaba hecho un lío. Si bien no recordaba una gran parte de su vida debido a un accidente hacia algunos años, sentía que su corazón jamás había olvidado a Jisoo.
Estaba nerviosa, y le temía al futuro que y a lo que les esperaba a ambas. Tenía asuntos pendientes con su antigua pareja, y sabía que no sería fácil enfrentar toda esa situación. También sabía que esta vez, no estaría sola para hacerlo, tenia a Jisoo a su lado; eso quitaba un gran peso de sus hombros.

Suspiró y en ese momento juraba que todo a su alrededor eran brillos y flores y estrellas rosadas. Escucho pasos en las escaleras y comenzó a arreglar su cabello y ropa. Inhalo fuertemente y sentía que sus piernas se entumían por los nervios.

—¿Estás lista?— dijo Jisoo una vez que sus ojos se cruzaron con los de la castaña.

—Seré sincera, no. Me estoy muriendo de los nervios y siento que me desmayaré.— dijo mientras sonreía.

Jisoo se acercó a ella y tomó la mano de Jennie. Se sonrieron mutuamente cuando sus miradas se encontraron, sus mejillas se tornaron rojas y sus corazones comenzaron a latir rápidamente. Cómo si fuese la primera vez que se veían.

—¿Ustedes a dónde van?— se escuchó del otro lado de corredor. Era Chaeyoung.

—¿Y cómo por qué están tan cerca y tomadas de las manos?— una cabeza rubia apareció detrás de Chaeng, Lisa. Salió de su escondite con dos pasos bruscos.

Jennie y Jisoo se miraron.— ¿Qué parece que estamos haciendo? vamos a salir.— respondió Jisoo mientras levantaba sus manos entrelazadas hacia las chicas, haciendo claras sus intenciones.

Por su parte, Lisa y Chaeyoung pegaron un grito al cielo y comenzaron a lanzarse pequeños manotazos entre ellas, emocionadas. Aprovecharon que se quedaron gritando en el pasillo y salieron por la puerta principal.

El cambio brusco de clima las golpeó de repente. A pesar de ser una isla, por las noches se sentía igual de frías que en Seúl. Jennie llevo sus manos a sus brazos y los movió de arriba a abajo buscando calor.

—¿Tienes frío?— dijo Jisoo y acerco a la castaña a su cuerpo. Repitiendo la acción que previamente hacía.

La cara de Jennie se tornó roja y bajo la mirada mientras sonreía bobamente.— ¿de repente?— dijo mientras reía.

—¿Por qué no?— ahora fue Jisoo quien reía. Era inevitable no recuerdas sus primeros días enamorada de la castaña, se sentía como el primer día.

El camino era agradable. A lo lejos podían escuchar la vida nocturna; la gente hablando, riendo, la música de los establecimientos y el mar. Había algo mágico al estar tan lejos de la abrumadora vida en la cuidad; aquí podías respirar la suave brisa del mar y dejar que el calor abrazara tu cuerpo.

—Hay mucho que quiero decirte, Jichu.— dijo Jennie una vez que habían caminado un par de minutos en completo silencio. No era incomodo, amabas lo disfrutaron, con ocasionales roces de manos.

—Tenemos todo un atardecer por delante, Nini. Puedes contarme lo que quieras.

—Ni siquiera se como empezar. Tengo miedo a arruinar lo que tenemos.— Lo último lo dijo en voz baja, no lo suficiente para que Jisoo no lo escuchara. Jennie suspiró fuertemente e intento ordenar sus ideas.

Tenía tanto que decir, sentía que su boca iría más rápido que su cerebro. Jamás fue buena con las palabras y le aterraba no encontrar las adecuadas. Sabía que si para ella es difícil, para Jisoo lo es aún más. Después de todo, la mayor recordaba cosas que ella no.

—Creo que es muy obvio lo qué hay entre nosotras, ¿no es así?

Jisoo asintió y le sonrió. Tomó su mano y le dio un pequeño apretón para asegurarle que podía estar tranquila.—¿Entonces si tenemos algo?— dijo burlonamente refiriéndose a la conversación que habían tenido hacía unos momentos. Jennie rió.

—Se que esto es muy difícil para ti, Jichu. Pero no puedo seguir actuando como si nada.— tomo un respiro fuerte, jamás había pensado que podría decirle lo que sentía.— No puedo seguir fingiendo que eres lo único en lo que pienso cuando me voy a dormir, o la persona en mi mente siempre que veo el cielo y las nubes.

Jennie no era capaz de mirar a Jisoo mientras hablaba, le daba miedo subir la cara y ver una expresión distinta a la que había en su cabeza. Hablaba y miraba sus zapatos, o lo que sea que hubiera a los lados.

Por su parte, Jisoo sentía que en cualquier momento su corazón iba a estallar. Desde el día en que su amor de verano con Jennie se convirtió en un amor imposible; pensar en que algún día sus corazones latirían para la otra se había vuelto un pensamiento recurrente.

Había intentado sacar a Jennie de su cabeza por muchos años. Había salido con varias personas pero al final del día sus pensamientos siempre giraban entorno a la castaña con tierna sonrisa. Llegó a pensar que se debía a que jamás terminaron las cosas debidamente, o tal vez el impacto de a Jennie en su vida iba más allá que una relación adolescente.

—Me gustas, Jisoo.— soltó después de estar oscilando sus palabras. La mencionada salió de sus pensamientos. Pensó que jamás volvería a escuchar esas palabras. La miró fijamente mientras intentaba luchar contra las lágrimas.

—¿Cómo dices?— preguntó con respiración entrecortada y por un momento sus miradas se encontraron.

Al notar los ojos cristalinos de Jisoo, Jennie dio un paso hacia adelante, con un semblante preocupado.

La castaña inhaló fuertemente y cerró la corta distancia que las separaba con un beso. Había besado a Jisoo antes, pero esta vez se sentía diferente, se sentía correcto. A la mayor le tomó unos segundo reaccionar, pero rápidamente llevó sus manos a las mejillas de Jennie y siguió con el beso.

—Me gustas también, Jennie.— dijo mientras secaba las lágrimas que habían escurrido durante el beso.— Me gustas desde aquel verano.

Jennie sonrió bobamente y la abrazo fuertemente, no quería dejarla ir de nuevo.

—¿Esto significa que estamos saliendo oficialmente?— preguntó Jisoo mientras rodeaba la cintura de la castaña con sus manos.

—Por supuesto que si.— dijo para dar un corto beso en sus labios.

—Vamos, aún podemos disfrutar del atardecer en la playa.— dijo Jisoo y tomó su mano para guiarla.

Tal como se lo habían prometido por mensaje. Se encontraban disfrutando la brisa cálida de la playa y el sonido de las olas. Con las manos entrelazadas y besos juguetones. Ni siquiera notaron que había anochecido entre tantas platicas triviales y anécdotas de su pasada relación que Jisoo le contaba.

Jennie juro que estaba soñando, todo era tan perfecto y no deseaba que terminara nunca.

—No te voy a dejar nunca, ¿sabes?— dijo Jisoo después de separar sus labios nuevamente.

Jennie le lanzó una mirada pícara y levantó una ceja.—: ¿Ah, no?

—Quedaste a deberme muchos besos hace años.— dijo para dejar pequeños besos por sus labios.

—Tenemos mucho tiempo para que te los pague, ¿no es así?

Jisoo asintió y paseo sus manos por la cintura de su ahora novia. Jennie recargo su cabeza en las piernas de la mayor y pasaron un rato disfrutando la compañía de la otra, haciéndose prometas y tomándose de las manos.

Pronto se dieron cuenta que debían volver, se hacía tarde y la luz comenzaba a disminuir. Las dos rieron cuando se dieron cuenta que había mucho que contarles a Lisa y Chaeyoung.

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