1 de Julio

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Cap 4.

Mi cumpleaños había pasado hace una semana, y se acercaba el cumpleaños de Keila, y me puse a pensar en que regalo podría darle, tuve muchas ideas como regalarle un libro, pero no sabía con exactitud su género favorito, también algún libro de Harry Potter, pero no encontré en ningún lado, y me pase quebrando la cabeza por dos días más pensando que le podría regalar, y en clases mientras Keila salió un rato porque la maestra le había pedido un favor, aproveche y me acerque a Darlyn y le pregunté en voz baja:

- Oye, ¿Qué le puedo regalar a Keila como cumpleaños? - Y ella de inmediato me respondió diciendo:

- Justo de eso estábamos hablando y ella me comentó que le gustan mucho las cosas hechas manos como dibujos, poemas, y cartas. Para ella eso vale mucho más que cualquier otra cosa. - en ese momento entendí el por que Keila me regalo una carta, se siente tan bien cuando una persona dedica tiempo para hacerte algo fuera de lo normal y común liberando su alma en un papel para cautivar otra con la lectura.

Y me dispuse a trabajar en esa carta, primero empecé con la felicitación, luego después de pensar qué podría seguir, decidí comentarle lo que ella ha hecho en mi en este lapso de tiempo, y hacerle saber lo mucho que la quería, discutiendo esto estaba, cuando lo tuve, tuve las palabras y decidí empezar tal como había pensado.

Primero busque una página para poder escribir lo anterior, y pensé en tener cuidado, ya qué no quería que sonara a declaración y arruinar todo, era la amistad más hermosa que tenía, no quería arruinarla con sentimientos no correspondidos y perder todo...

Luego inicié a escribir y en un lapso como de una hora, tenía completada la carta, y la leí otra vez para pensar bien si no era demasiado, y pues me gustó mucho lo que decía,

La carta decía...

"Feliz cumpleaños Keilita <33, Me alegra poder compartir una año más contigo, felicidades por llegar hasta y cumplir un año más de vida, y quiero agradecerte mucho, ya que tú has hecho mucho por mí, apoyándome y estando ahí para mí agradezco mucho eso eres una de mis mejores amistades y quiero que sepas que lo haces no tiene valor para mí eres alguien alegre que siempre esta ahí cuando se necesita, eres una buena persona y muy amable, te quiero y espero estar ahí para celebrar más cumpleaños juntos...

T Q M <3."

Finalizada la carta sentí que no le gustaría y estuve apunto de tirarla, pero una parte en mi me dijo que valía la pena intentar, así que decidí hacerle caso, y el siguiente día saliendo de clases decidí ir a buscar una bolsa de regalos y chocolates, recuerdo mucho que le fascinaba el chocolate, y casi solo comía.

Y llegando el día, quise hacerle lo mismo que ella me hizo, la saludé y desde que llego la vi fijamente y la seguí todo el primer bloque de clases, hasta que creo que sospecho algo y rápidamente me dijo:

- ¿Qué escondes Ale? - Y yo con una sonrisa algo coqueta pero amable le respondí:

­- Nada - lo dije mientras seguía con una sonrisa en mi cara.

Pero me desenmascaro muy rápido, devolviéndome la mirada y haciendo como un concurso de miradas, y yo creo que sí sabía ella que su mirada era mi mayor debilidad y supo utilizarla muy bien.

Luego decidí darle el regalo y le dije:

- Cierra los ojos, quiero darte algo muy importante - lo dije mientras agarraba mi mochila.

Y ella con una cara de duda lo hizo sin preguntas nada.

- Pon tus manos en frente de ti - y rápido ella lo hizo y saque el regalo y se lo puse en las manos, y ella inmediatamente abrió los ojos, y pude ver como en esos ojos casi se convierten en cataratas, al ver el regaló y escuchar las palabras: "Feliz cumpleaños" inmediatamente se abalanzó sobre mí y me abrazo super fuerte, y no para de decir gracias, cuando terminó el recreo y era para la última clase entramos juntos y ella no para de ver el regalo, y le devolví las mismas palabras que ella me dijo a mí hace unas semanas

- No vallas abrirlos hasta que estes en casa - y ella algo enojada me vio pero solo se sonrió y seguimos con la clases, cuando termino esta clase ella se despidió de mi en la entrada de salón con otro abrazo gigante, y todavía al día de hoy, no se que fue lo que me paso, pero decidí darle un beso en la frente, y ella me miró y se puso super roja y solo dijo "Salu" y salió corriendo, pensé que había arruinado todo, pero ella se regreso y me dijo al oído:

- Me gustó el beso, solo que me pusiste nerviosa, te quiero - en ese momento me petrifique y no supe que decir, y ella solo se fue, y me quedé con la palabras "Te quiero" rebotando en mi mente todo el día, finalizando así este hermoso día, y llegando a mi casa sin entender lo que había pasado, al día siguiente, cuando nos vimos, ambos tuvimos muchos nervios, por lo del día anterior, pero al final ella saco el tema de conversación sobre el regalo, diciéndome que le encanto el regalo, poniéndome una sonrisa en la cara, y siguiendo con normalidad, recibiendo nuestras clases, con una extraña situación, era muy raro, aveces nos veíamos, y ambos desviabamos la mirada rapidamente, como si fuera algo malo y en  la cuarta vez, que nuestras mirada coincidimos, ella aparto la mirada más sin embargo yo la seguí observando, y logre ver cuan bella era, una cara mirando hacía la ventana, con su cabello suerte y jugando con sus labios un lapicero, con una mano recostando su cabeza sobre esta, y sentada firme y con una pierna sobre la otra, dejandome fascinado, y ella observó que la estaba mirando y yo algo nervioso, me puse a escribir sobre mi cuaderno, y solo escuche una risa de ella, y no tuve valor de mirarla otra vez.

Terminando la clases, ella se acercó a mi preguntandome si le gustaría acompañarla a dar una vuelta, aceptando algo confuso, y nos dispusimos a caminar, pero por desgracia, mi maestro me llamó para ayudarle a revisar unos cuadernos, perdiendo de esa gran oportunidad, y ella sonrió y camino ella sola, y mientras ayudaba al maestro mi mente no estaba ahí, estaba pensando que hubiera pasado si hubiera ido con ella, y mi mente se puso a trabajar e imaginé como caminabamos juntos, y ella me tomaba la mano, y recuerdo que llegamos a un árbol en sus tronco nos sentabamos a ver como era de bella la vida, y derreente, nos mirabamos, a los ojos, acercando nuestros labios al otro, viendo el alma del otro al acercarse y querer ambos... un beso, y cuando iba a pasar... suena la campana, regresandome al mundo real, y cuando ibamos saliendo, ella regreso al salón y cuando nos sentamos, mientras sacaba mi cuaderno vi un papel en mi mesa, y lo abrí y casi me rio fuerte al leer "Mñana es Domingo" y devolviendole el papel con una sonrisa entre los labios, y con la voz del maestro...

¿Por qué no me quedé?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora