Damn

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Y llegó ese lunes, las ansias me comían sábado y domingo, todavía no creía que esto era real, me levanté emocionado, que debería hacer cuando la vea, correr a abrazarla, esperar que ella llegue, o seguir como si nada.

Entré al instituto y siempre con mis audífonos como siempre, tenía unas mesas en las que siempre que llegaba me sentaba, ya sea a estudiar o a meditar con los audífonos en mis oídos, ese día anda super nervioso pero, me sentía bien, de repente miré hacía mi derecha, ahí estaba Keila en una mesa al fondo, me miraba directamente, y a través de sus ojos pude ver un brillo especial, ese brillo lo causaba yo, lo feliz que estaba ese día no tiene comparación, y fue maravilloso, la saludé mientras ella solo sonreía, se me acercó, me quité ambos audífonos y ella se me sentó enfrente de mí.

-Hola Ale, ¿Cómo estás?

-Pues, bien, ¿Y tú?, Por cierto ¿Cuánto tiempo llevabas ahí?

-Pues la verdad no mucho, iba llegando y solo revisé mi celular para avisarles a mis padres que ya estaba en el instituto, y fue cuando te vi, y decidí mirarte un ratito. Mi corazón latía por mil el hecho de que ella se detuvo a verme.

Me reí nervioso, pero ella se movió justo a la par mía, y abrió mi mano, y puso su mano derecha en mi mano derecha, con la excusa "Tengo frío" y yo estaba nervioso, Keila siempre fue más directa, yo estaba sintiendo muchas cosas nuevas, pero algo que siempre admiré de Keila fue su delicades, a veces podía ser tan directa y fría que daba miedo, y otras veces era una niña de 4 años que solo quería que la abrazarán.

Estuvimos hablando, pero ante todo esto yo quería hacer algo, que me moría de ganas de hacerlo, quería besarla, quería tocar sus labios, pensé en pedírselo, pero no tuve el valor, y me pregunté, ¿Qué pasa si se lo robo? Pésima idea, en el primer recreo lo intente, y estábamos parados, cuando me atreví a dar ese primer paso, fui despacio pero rápidamente escuche un "No no no" de ella, y me detuve, y me dijo, que no estaba lista, que si le podía dar algo de tiempo, en mi mente se me vino todo el mundo abajo, pero me besó ella la mejía en ese mismo momento, y me dijo: "¿Te parece si vamos poco a poco?" yo no sabía que estaba pasando, pero le devolví el beso en la mejía y le dije "Lo que sea por ti mi amor, esperaré lo que haga falta por un beso tuyo" me tenía que ir ya que uno de mis compañeros me estaba esperando, y pues le dije me estaban esperando en mis módulos, ella feliz me dejó ir, y desde ese momento, siempre que la veía le besaba la mejía, la saludaba, y un besito en la mejía, me tenía que ir y un besito en la mejía, fueron 3 semanas así, y yo no sentí el tiempo, la amaba como a nadie en este mundo.

No recuerdo en que momento pero yo venía de almorzar con ella y me tenía que ir para mis módulos, cuando me dirigí a besarle la mejía, ella me detuvo de la cabeza, y nuestras narices se rozaban, y sus ojos estaban tan cerca que pude ver toda su alma, me dijo en voz super suabe, "Estoy lista" y me besó, fue de película, veníamos bajando las gradas, ella estaba dos gradas arriba ya que era algo pequeña, y nos besamos, del shock, solo me quedé parado luego del beso, fue mil veces mejor de lo que esperaba, ella vio que quedé embobado, y me dijo "Tienes que irte a módulo, se hace tarde ¡corre!", reaccioné y me fui corriendo, no sin antes decirle lo mucho que la amaba, estaba viviendo mi sueño, luego cumplimos un mes desde que fuimos novios, yo nunca tuve mucho dinero, pero cuando se trata de regalos soy muy detallista con las manualidades, recuerdo que le hice una carta, haciendo un leve resumen de nuestra historia hasta ese día, no sé cómo, pero uno enamorado saca miles de palabras, escribí cinco páginas completitas solo diciendo la mitad de lo que sentía, ahí comprendí que las palabras nunca son suficiente.

Recuerdo llegar emocionado, era mi segunda vez dando algo por llegar a un mes, mi primera vez, no espere nada, y recibí un perfume, me preguntaba que podía pasar hoy. Vi a Keila y rápidamente ella corrió y me abrazo, con una frase que dijo a mi oído "Un mes desde que el chico que amo me confesó todo" Yo me puse re feliz, devolviendo el cumplido, cuando me dejó de abrazar el dije "Un mes desde que el ángel que esta enfrente de mí decidió estar con un simple mortal" nos reímos y sin ansias, le di la tarjeta, me dijo que no la quería leer enfrente de mí porque iba a llorar, pero ella me dio una tarjeta también, y lo feliz que me puso eso, no es normal para nada, definitivamente estaba loco por esa chica.

¿Por qué no me quedé?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora