"Tienes que matarlo, no va ser difícil para ti" exclamó el hombre mientras bebía del vaso que contenía un liquido de tonos cobrizos.
"Sabes que nunca fallo padre" el chico miro con altanería al mayor "ese bastardo nunca sabrá de donde llegó la bala"...
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- No tengo idea de cuánto tiempo tenemos exactamente - exclamó Minho mirando todo el lugar con detenimiento -, pero sé que nuestra única opción para escapar es hacerlo juntos.
- Que chistoso - Jisung miró a Lee y vio que este estaba muy serio - ¿no es broma?
- Claro que no - suspiró frustrado el mayor - ¿o tienes otra idea?
- No - Sung mordió sus labios con frustración -, pero ¿cómo sé que después de escapar no me vas a matar?
- Tengo orgullo ¿sabes?
- Eso no prueba nada - el menor recorrió de forma inquisitiva de nuevo la habitación.
- Bueno la única garantía tangible que te puedo dar es - Minho miró hacia abajo - es que no tengo un arma con la cual deshacerme de ti.
- Te puedes deshacer de mí sin una.
- Soy un francotirador, la elegancia de mi trabajo está en las armas querido - Minho suspiró cansado - ¿hacemos esto juntos sí o no?
- No me queda de otra.
Lee le comentó susurrando todo el plan que había preparado en su mente, Han hizo algunas preguntas y después de unos segundos ambos asintieron con la cabeza dando a entender que ya estaba todo listo.
Minho de un momento a otro azotó su cuerpo y la silla contra el piso, la silla se soltó un poco pero no se rompió, así que lo intentó nuevamente y logró romperla generando un ruido muy fuerte. Las pisadas en la escalera no tardaron en escucharse, en ese momento Jisung y Minho se miraron por última vez antes de que el mayor fingiera inconsciencia.
La puerta fue abierta bruscamente y entró el mismo hombre que lo había hecho la vez anterior.
- ¿Qué mierda pasó? - preguntó enojado el hombre mientras miraba a Minho que estaba botado e "inconsciente"
- No lo sé - dijo el menor con terror en su mirada -, empezó a moverse sin control, como si estuviera convulsionando y... y cayó.
El hombre lo miró un segundo y después se acercó al chico que se encontraba botado en el suelo.
- Sí no supiera que ustedes son de bandas enemigas, desconfiaría mucho más - el hombre acercó sus dedos al cuello de Lee, buscando su pulso.
- Y si yo fuera tú sería más inteligente - dijo de pronto el francotirador y golpeó al hombre en la cabeza varias veces hasta dejarlo inconsciente, luego agarró su cabeza y rompió su cuello, matándolo al instante.
- Esto funcionó mejor de lo que esperaba - dijo el menor mientras el pelirrojo le soltaba las amarras.
- Mis planes siempre funcionan, pequeño - respondió orgulloso Min.
- Bueno ¿y ahora qué? - preguntó mirando fijamente la puerta del lugar.
- Tenemos que salir de aquí - dijo dando otro golpe al hombre en el suelo -. Nos tendremos que esconder en alguna parte de la casa cuando sus compañeros bajen hasta aquí.
