Paris • kookmin au

Final.

• 2 años después...

- Jungkook, de nuevo dejaste cubiertos sucios en la mesa. - gruñó el ahora pelinegro mientras se recargaba por el marco de la puerta.

Observó a su esposo teclear apresuradamente mientras mantenía el ceño fruncido en señal de clara concentración.

- ¡Te estoy hablando!

- P-erdón, ¿qué? - murmuró espabilando.

- Hemos acordado ayudarnos para mantener el orden, ¿qué es lo que sucede, amor? - preguntó preocupado.

Lentamente se acercó hasta sentarse en el regazo de su adorado esposo, inmediatamente este dirigió sus manos a su cintura para sostenerlo. El castaño soltó un largo suspiro mientras se retiraba los lentes para observar a su pareja.

- Lo siento, yo... he estado demasiado desconcentrado. Este nuevo proyecto me está matando, lamento no cumplir con mi parte. - se disculpó mientras un surco de preocupación se hacía presente en su frente.

- Está bien, no te preocupes. Solo dime cuando necesitas ayuda, ¿sí?

- Claro, lo siento. - sonrió mientras se acercaba para dejar un pequeño beso en los labios ajenos.

El pelinegro aprovechó la ocasión para esconder su rostro en el cuello de su pareja, inhalando fuertemente el perfume que desprendía el castaño. Su nariz comenzó a rozar suavemente la piel ajena, logrando sacar algunos suspiros al castaño.

- ¿Crees que podrías estar libre este fin de semana?- preguntó sin salir de su escondite.

- No lo sé, tal vez. ¿Por qué?

- Hace mucho que no hacemos nada solamente tú y yo. Quería que saliéramos a cenar, o podríamos hacer algo acá, no lo sé. Solo... pasar tiempo juntos, ¿no lo crees? Sería lindo. Te extraño, Kook. - susurró lo último mientras se apartaba un poco.

- Yo también, cariño. Siento que no hemos tenido tiempo solo para nosotros, y es mi culpa, el trabajo me consume y... creo que me he convertido en mi padre, de verdad lo siento.

- Hey, hey. No te preocupes, eres un arquitecto fantástico, y entiendo que esto demanda mucho de tu tiempo, está bien, de verdad. Solo podríamos compartir un poco más, ¿sí? Debes ponerte límites, no todo en la vida es trabajo.

- Tienes razón, lo siento. Este sábado tenemos una cita, me aseguraré de estar libre, es una promesa.

El pelinegro sonrió en grande y se acercó a dejar un beso que pretendía ser corto, pero terminó intensificándose más de lo que debería.

- Creo que lo hemos logrado, ¿no? - murmuró al separarse.

- ¿Qué cosa? - preguntó Jungkook confundido.

- Todo lo que hemos planeado, tenemos una casa propia, un auto, tú eres un famoso arquitecto y yo soy el psicólogo que siempre quise ser. Pero lo más importante es que estamos juntos, estamos casados y al lado del otro... hemos hecho todo lo que siempre quisimos.

- Y eso me hace muy feliz.

- ¿Sí? - sonrió.

- Puedo asegurarte que soy el hombre más feliz de la tierra.

Ambos sonrieron antes de volver a fundirse en un beso, recordando todas las cosas que tuvieron que pasar para poder estar en donde estaban, finalmente lo habían logrado, y a pesar de los altibajos, estaban bien, porque eso los hacía una pareja real, el hecho de estar para apoyar al otro cuando más lo necesitaban, y eso era todo lo que hacía falta para que pudiesen estar bien.

- Jungkook...

- Dime.

- Te amo.

- Yo te amo más, mi niño.

Fin.

[...]

Algo bastante cortito, pero que me agradó hacer, todo estuvo muy soft <3. Espero que les haya gustado, nos leemos pronto 💗