05

674 52 48
                                    


-te amo, pero aún es tarde cariño, vuele a dormir.

En cuanto termino de decir eso se pegó a Tweek de manera que estaban de frente, podían ver a los ojos y sus respiraciones chocaban. Tweek adoraba ver esos ojos amarillos, lo hacían sentir en calma total. A Craig no le molestaban los del menor, aveces cuando se emocionaba sentía que parecían estrellas, sus favoritas.

Rápidamente ambos se quedaron dormidos abrazados, justo como en los viejos tiempos.

Cuando el reloj marcó las 10:30am el de ojos azules despertó y pudo ver a Craig con los ojos cerrados, era una vista muy agradable, ver sus facciones relajadas lo hacían ver más tierno y menos rudo.

Al ver su cabello alborotado volvió la duda de donde se podría encontrar su gorro azul, era tan raro que no lo trajera si hasta para dormir lo usaba.

Los pensamientos del rubio fueron cortados al notar que el mayor abrió los ojos, solo pudo sentir como sus mejillas ardían, ver esos ojos penetrantes en la mañana lo hacían estremecerse. Desearía poder verlos cada mañana del resto de su vida.

De tal pensamiento una suave risa se escapó de sus labios y el mayor no pudo evitar sonreír. Se acercó y le dio un suave beso en la frente de modo que a Tweek se le escapó otra risa.

-Buenos días Tweek.

Era un escenario tan irreal, hacia bastante no compartían tiempo así de cariñosos, Craig parecía haber vuelto a ser el mismo novio perfecto de sus sueños... si tan solo fuera real este escenario.

El reloj marcaba las 6:35am el rubio abrió los ojos y se encontraba solo en su cama, todo era cayado de manera agobiante, volteó a ver si el mayor seguía ahí pero claramente no lo encontró y una lágrima se escapó de sus ojos acompañada de una cara tan seria pero dolorosa. Al menos su aroma seguía ahí, eso le aseguraría que la noche anterior si pasó.

"¿Por qué no está?" "¿Solo quiere sexo?"
Esta vez su cabeza logró engañarlo. Ahora solo se encontraba destrozado con la idea de que los sueños son mucho mejor que la realidad.

-Ojalá poder dormir para siempre y no despertar más.

Cada vez salían más lágrimas de sus azules ojos, se sentía vacío y reemplazable. Se levantó un poco y en el mueble de al lado busco unos audífonos que tenía guardados, la solución más rápida que encontraba era escuchar música hasta volver a dormir, como era sábado podía dormir todo lo que quisiera.

Abrió el buscador y puso música, sus gustos no eran nada malos pero eran realmente depresivos lo que generaba que más y más lágrimas salieran hasta sentir que se ahogaba en tristeza.

Por fin pudo volver a dormir tan profundo con la canción "No surprises" de fondo. Esa canción la escuchaba para todo al parecer era su favorita, tal vez por eso pudo dormir profundamente como anhelaba.

Una linda coincidencia es que esa también era la canción favorita de Craig y cuando salió de la casa de su novio, lo primero que hizo para relajarse y hacer las cosas que debía. Primero se fue temprano porque no tenía tiempo para quedarse a desayunar y no tenía muchas ganas de ver a los padres de Tweek o "suegros". Eran personas realmente agradables pero aveces hacían muchas preguntas y no estaba de humor para responderlas. Cuando salió pensó en despedirse pero noto en los ojos del menor unas grandes ojeras y no quería interrumpir su paz, pudo haber dejado una nota pero eso era demasiado cliché para él. Aunque antes de salir le dio un pequeño beso en la frente a Tweek.

Su misión de hoy era encontrar su gorro y conseguir algo de café para Tweek. Lo último sólo era un detalle para que el rubio no se enojara por irse sin despedir.

Píldoras Blancas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora