Dead Man Switch - Tomo 2

3- Parte 2

Nos mudamos tarde en la mañana. Se decidio explorar el quinto piso, retirarnos si había más oponentes de los esperados y actuar si solo había uno o dos. Cuando algunos den un paso al frente y sometan al oponente, los otros toman las cosas y huyen.

A lo largo del plan, Jin-hyeok Park siguió sin quejarse mucho. Por supuesto, su rostro estaba lleno de disgusto, pero al menos no lo dejó salir. Probablemente era porque tenía miedo al superior, el cual estaba apoyado contra la pared jugando con la palanca.

Oh Ha-eun estaba a cargo del reconocimiento. Una vez subió al quinto piso para pedir que le devolvieran un artículo que había olvidado. Debe haber sabido la ruta y dónde estaban los suministros. Esperé cerca de la pared al lado de la puerta de salida de emergencia en el cuarto piso. Oh Ha-eun, quien subió las escaleras con cuidado, bajó después de un rato

- Unnie, ¿hay mucha gente allá arriba? ¿cuántos hay?

Kim Na-hye preguntó en un susurro. Oh Ha-eun tenía una cara algo desconcertada

- No, eso no es.

- ¿No están todos reunidos y vigilando allí?

- Eso no es....... No hay nadie allí.

- ¿Sí?

- Nadie está en el quinto piso en este momento. Seguí mirando por si acaso, pero entré un poco hasta la entrada y salí. No había nadien realmente. Supongo que todos estan fuera.

En el peor de los casos, pensé en no poder obtener ningún suministro o sacarlos y ser atrapados y tener que pelear. Ahora era la oportunidad. Nadie sale lastimado y obtenemos lo que queremos.

- Vamos rápido, entonces.

Park Jin-hyeok se dio la vuelta como si fuera a saltar en cualquier momento. Los demás también miraron hacia arriba con impaciencia. El superior negó con la cabeza.

- No, ahora no.

- ¿Qué quieres decir?

Kim Na-hye preguntó con una cara que parecía no entender. Parecía que tenía prisa. Generalmente ella era una chica que ni siquiera podía hacer contacto visual con el superior porque le tenía miedo, y de repente comenzó a hablarle. Bueno, desde mi punto de vista, tenía sentido. El superior fue brutal desde la primera aparición. Apareció arrastrando una palanca y declaró que mataría a todos si no me soltaban.

- Si no funciona, no funcionará.

- ¿Sí?

Por supuesto, el superior parecía no tener intención de dar más explicaciones. Cerró la boca en silencio, como si no estuvieran haciendo todas estas preguntas.

- ¿Por qué no puedo ir cuando no hay nadie? Por favor, dime por qué.

- Es verdad. Porque realmente no había nadie. Puedo volver ahora mismo, ¿traigo algo como prueba? ¿me creerás entonces?

- Nunca se sabe cuándo vendrá la gente. ¡Ahora o cuándo!

Las protestas llovieron. El superior volvió la cabeza y los ignoró por completo, con una cara preguntándose dónde estaban ladrando los bastardos. Creció el descontento de las personas.

Era lo mismo que yo no entendía. No podía entender por qué estaba haciendo eso. Pero extrañamente, no me sentía de la misma manera que ellos. Puede ser que me haya acostumbrado demasiado al superior. ¿Cuándo fue amable? Desde el primer encuentro, fue una persona que siempre decía que me mataría o me salvaría.

- Superior, entonces ¿qué hacemos? ¿volvemos?

Eventualmente le pregunté como representante del grupo.