Wild Child

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|I'm just a stranger

With a twisted smile and I'm wondering, ahh

Your heart is in danger

Come close now, let me tell you a lie|

Adrian era solo un chico como cualquiera otro de su edad... o eso creerías al verlo a simple vista.

Era atractivo y poseía una sonrisa encantadora, además de una mirada dulce e inquietante que te hacía creer esas teorías extrañas sobre las almas viejas y la cual parecían ser ciertas al acercarte a él para charlar, notabas inmediatamente el por qué no tenía amigos o novia. Y no es que fuera del tipo "raro incómodo", sino más bien, del tipo inquietante.

Era demasiado listo y sabía un montón de cosas sobre tantos temas que te sorprendida que un chico de 12 años supiera todas esas cosas y más aún sorprendía la "elocuencia" con la que describía hechos altamente bizarros. Era demasiado listo, pero de otro tipo ya que sus notas en la escuela no eran tan buenas.

De hecho, solía pasar la mayoría del tiempo encerrado en el sótano de su casa jugando D&D con otros sujetos igual de desalineados que él. Gut solía molestarlo con ello, decía que "eso era basura nerd y que jamás conseguiría chicas si continuaba con esa mierda". Adrian no entendía para qué quería chicas, ellas normalmente no eran interesantes y solían verlo con una mirada de desaprobación cada que él intentaba charlar con ellas. La mamá de ellos solía regañar a Gut por ser de esa forma con su hermano menor, además de que ella detestaba el lenguaje que empleaba su hijo desde que comenzó a juntarse con ese niño Smith. Su familia era desagradable y sabía que el chico no tenía la culpa, pero al crecer dentro de "la basura blanca", es difícil que no esté contaminado.

Adrian paso parte de su adolescencia creando mundos y aventuras que le ayudaban a lidiar con esa diferencia que él poseía, de la cual, él no era consciente del todo, pero todos a su alrededor sí. Y normalmente todos lo trataban desde el prejuicio, nunca nadie se acercó a él para tratar de entender de qué demonios hablaba (y sí, incluso sus amigos del rol creían que era particularmente agradable... la mayoría de las veces, solo hasta que comenzaba a hacer comentarios que podrían llegar a ser considerados preocupantes y "violentos"). Así que de esta manera creció Adrian Chase, siendo raro e inadaptado. Y sí, él estaba bien con ello, prefería vivir en la ficción que, en la realidad, la cual apestaba gracias al constante acosó de sus compañeros de clase.

Mamá estaba preocupada por la inexperiencia de Adrian para socializar con los demás, así que, además de llevarlo a analizar con un profesional, también pidió apoyo a Gut.

—¿A dónde crees que vas, jovencito? —levantó la vista de su novela clásica al ver que Gut se dirigía a la puerta con una chaqueta de cuero que ella no recordaba haberle comprado y de la cual no estaba segura de dónde había salido.

—Voy a salir un rato con los chicos.

—Y supongo que por chicos te refieres a Christopher Smith —lo vio con desaprobación, Gut solo gruño molesto.

—¡Mamá, no entiendo porque lo juzgas de esa manera!, ¡Es divertido!, ¡A Adrian no le dices nada y tiene un montón de amigos raros que son mucho mayores a él! —señaló hacia la puerta del sótano —¡¿Por qué él si puede encerrarse a hacer quién sabe qué cosas en el sótano y yo no puedo solo ir a charlar al parque con Chris?!

—¡Gut Chase ya hemos hablado sobre esto! —se levantó para acercarse a él y evitar que Adrian la escuchara la discusión —tú hermano tiene una condición que lo hace diferente al resto y estas cosas funcionan distinto para él, y lo sabes...

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