Querida Leid:
Desde entonces, empezaste a mirarme continuamente, lo cual me agradaba a la vez que lo odiaba.
Me agradaba, porque sentía que alguien estaba interesado en mí.
Lo odiaba, porque hacía que fuera más difícil mirarte sin que te dieras cuenta.
-Abigäil.
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Leid .
Short StorySegunda parte de 'Abigäil'. "Te colaste en mi corazón. Me di cuenta demasiado tarde. Pero, quiera o no, tengo que aceptarlo."