Había un olor dulce. Wilbur se levantó y buscó a Quackity. Estaba sentado en la sala. Comiendo. Parecía que le gustaba.
"¿Puedo saber qué comes?"
"Tamales. Mi abuelita me los mandó. Son de dulce, ella sabe que son mis favoritos"
Siguió comiendo. Luego miró a Wilbur.
"¿Quieres probar?"
No iba a decir que no. No le gustaba rechazar lo que la gente le ofrecía. Sabía bien. Dulce.
"¿Dijiste que los hizo tu abuela? La próxima vez que la llames dile que la respeto y aprecio"
"Deberías conocerla, te va a encantar, y estoy seguro de que tú a ella"
Wilbur se quedó un momento analizando la nueva información que tenía.
"Tú y George no parecen mucho hermanos"
"Mis papás adoptaron a George, pero después de un juicio y de que arrestaran a mi padre por asesinar a alguien a golpes nos quedamos con mi abuelita"
"Pero dijiste que tú padre había llamado a George"
"Cuando tuvo la edad suficiente dio su número y permiten que Él haga una llamada una vez al mes"
Wilbur tomó su celular y empezó a escribir. Escribía mucho mientras Quackity hablaba.
"...Y no me estás escuchando, ¿Cierto?"
"No, juro que estoy escuchando, sólo estoy...anotando"
¿Anotando?¿Qué se suponía que anotaba?
"¿Puedo ver?"
"Claro que no"
Hablaron más. Otras horas más. Hasta que alguien llamó a Wilbur. Parecía cercano a quien quiera que haya llamado. Porque al parecer se insultaban el uno al otro.
"Lo lamento, mon amie, pero debo irme. Tengo que hacer un trato"
"¿Un trato?"
"Mi padre lo va a hacer, sólo nos quiere ahí a mí y a mis hermanos para que de alguna manera aprendamos algo"
"¿Y de qué se trata?"
"No tengo ni la menor idea, nunca presto atención. Sólo sé que va a haber más dinero que se va a ir en la colección de Funkos de Five Nights At Freddy's de Tommy"
Quackity sonrió. Wilbur le devolvió la sonrisa.
"Entonces creo que deberías ir"
"Debería. ¿Puedo volver luego?"
Quackity asintió. Wilbur le dedicó otra sonrisa. Wilbur salió y cerró la puerta. Y Quackity estaba solo otra vez. Se dio cuenta de la hora. Si salía en ese momento podría llegar temprano al restaurante. Y luego al club. Si es que Sam no le decía que descansara. Se vistió y salió. Cerró la puerta con llave, también cerró las ventanas, porque la última vez que las dejó abiertas encontró pelo de un animal en su sillón y luego se enteró que un gato se intoxicó por comer Doritos. Claro que había aprendido. Era el gato de su vecina, no quería problemas con ella. Si no se llevaban bien antes porque él era gay y por su trabajo se llevaban peor desde que su mala alimentación casi mata a su gato. No quería llevarse bien con ella de todos modos. No es que necesitara amigos. No más de los que tenía. Era feliz así.
...
Había pasado mucho tiempo en su pequeño mundo. En el mundo real tan sólo habían pasado cuatro horas. Odiaba limpiar platos. Tenía que tocar los restos de comida, eso era asqueroso. No tenían guantes ni nada. Preferiría cortarse las venas con galletas a lavar platos sin guantes de látex.

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Coffee eyes| Quackbur
FanfictionRecordaba su voz diciendo que en su próxima vida sería más fácil. Nunca lo había visto antes. ¿En serio iba a ser más fácil esa vez?