1| De regreso a casa

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Hoy ha sido complicado.

El profesor ah estado mas estricto hoy que de costumbre, parecía enojado o preocupado por algo.

Son exactamente las 6 de la tarde. ¿Hace cuanto que todos terminábamos tan cansados? hoy no lo hemos disfrutado como en otros días.

Incluso Olivia está cansada y ella tiene demasiada energía. Esto ya asusta un poco.

-¡Profesor, ya no podemos más!

-déjenos descansar al menos un rato, ¡ya es nuestra hora de salida!

El señor Travis no nos respondía pero con un solo gesto nos señaló nuestros bolsos, una señal de que ya podíamos irnos.

-Moira, Félix, vengan un momento, par de chamacos. - Nuestro maestro había vuelto, o al menos eso parece, no había sonreído todo el día como ahora.

Félix y yo nos acercamos a él, Félix es un chico que me causa curiosidad, parece algo nervioso al pensar que es lo que querían de él. No habíamos hecho nada malo, pero no era de sorprendernos el que nos fueran a reclamar algo de la práctica con el humor que había tenido en todo el dia. Vaya cascarrabias.

-Lo han hecho muy bien chicos.

¿Un halago?

-Disculpen mi humor esta tarde y toda esta mañana. Pero lo han hecho grandioso, ¡Todos lo han hecho bien! -. Lo último lo gritó fuerte, tenía la intención que los demás lo escucharan también. Alex alzó sus brazos mostrando sus pulgares.

-¡Señor!- . gritó el chico a mi lado. -¡No sabe el susto que tenia por que me fuera a decir otra cosa mala, ya tenía un nudo en mi garganta, no sabe!- parecía que su cuerpo había soltado una gran carga de los hombros.

-Bueno, aunque tuviste ese miedo seguiste con esa buena actitud, ¡Muy bien chico!- ambos destellan con mucha luz Parece esa escena del anime donde los personajes toman un estilo diferente, tierno y alegre, y hay colores vivos alrededor. Bueno, yo no estoy en esa escena.

Me siento algo incómoda. El profesor se acercó a mi también y colocando su mano en mi hombro me sacó de mi cabeza. -¡Y tu no te quedas atrás!- , no me agradan sus gritos pero aprecio su apoyo moral. -Lo has hecho muy bien Moira.

Se fue.

Tiene cosas que hacer... Y yo también.

-¡Eh, no te vayas!.- El chico pasó su brazo alrededor de mi mientras caminábamos. Esta sudado, ¡Y PEGAJOSO!

Quité su brazo de encima mío, yo también estaba sudada pero sentir su brazo pegajoso por mi cuello...iuh.

-eh...lo siento, olvidé que eres asquienta.- me vió como si viera un bicho raro...mira que el rarito eres tu niño.

-No soy asquienta, estas sudado, pegajoso y hueles mal. Eso es lo que me molesta.- Félix alzó un poco su camiseta y empezó a olisquearla como animalito. Esa camiseta toda mojada y malolienta.

-Pero si yo no huelo a nada. Además... con la rosa que soy, ¿me dices que huelo mal?.

-Si, rosita.

No tardamos en unirnos al grupo, todos vamos juntos de camino a casa, de paso platicamos y nos relajamos un poco más.

No soy muy conversadora y a algunos les parezco algo intimidante, a veces suelo separarme del grupo al caminar, o ellos caminan muy lento o yo muy rápido. Pero aun asi, siempre están a mi lado, en especial Emma y Leah.

Hablando de ellas, Leah se me pegó como chicle de nuevo. Al menos de ella ya me lo espero y no me molesta.

No como...

Al ritmo de la músicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora