O9

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Ari lo sabía.

Sabía que Jungkook nunca la amó.

Y aún así, decidió tomar lo poco que le daba.

Desde pequeños, Jungkook estuvo obsesionado con la idea de su pareja destinada y ella lo apoyó. Entendía que Jungkook se había ilusionado con la idea de tener una pareja destinada, pero la atracción que sentía por él crecía con los años que pasaba a su lado y no pudo reprimirse por ello.

Sabía que Jungkook no lograría amarla porque siempre ha habido alguien más que esperaba.

Ella no estaba interesada en una pareja destinada, siempre había pensado en Jungkook y siempre pensaría en él.

Su hija era el único fuerte de su vida y estaba dispuesta a sacrificarse por ella. Sabía que Jungkook también y por eso se prometía a si misma que Jungkook no se alejaría de ellas.

Pero cuando Jungkook estuvo por atacarla, decidió que lo mejor era esperar a que él apareciera de nuevo y aceptar el divorcio que iba a proponerle.

Se había preparado toda su vida para aceptar la idea de que en algún momento su alfa conocería a su pareja destinada y terminarían su relación. Nunca tuvo a Jungkook en primer lugar y aunque su corazón se partiera por ello y en otras circunstancias (dónde no tenían una hija de por medio), sería capaz de hacer lo imposible para impedir que la idea de Jimin y Jungkook exista, pero tenía que cuidar de su hija.

Además sabía que no sería capaz de dañar a alguien que amaba.

O dañar a alguien.

Sólo tenía el corazón roto y enojo por los años perdidos. Por el sacrificio que hizo al amar desde el principio a alguien que no le correspondería.

Jungkook estuvo fuera dos días y ella esperó a que él viniera para tomar la decisión que sabía de anticipado, para hablar con su hija. Si se divorciaba del alfa y rompían la marca de enlace, estaba dispuesta a dejar el pueblo y comenzar una nueva vida fuera. Tendría una conversación con su aún esposo sobre su pequeña.

La niña parecía saber lo que se aproximaba para sus vidas, durante esos días no preguntó ni una sola vez por su padre, pero cuando entró por aquella puerta, con la mirada demacrada, pero con un extraño brillo en los ojos (y el aroma de un Omega en él, que Ari no tuvo que pensar quién era el dueño del aroma porque sabía perfectamente quien era), Sooyeong lo abrazó como si no lo hubiera visto en años.

Ari no tuvo que pensar dos veces antes de confirmar que su esposo estuvo con el doctor Jimin. 

Todo en él gritaba Park Jimin y su corazón se destrozó aún más.

Jungkook le pidió a su hija que fuera a su habitación y Ari se sentó en la mesa del comedor. Cuando el Alfa se sentó en silencio y miró su destrozada marca, pensó en el dolor que le estaba causando a su actual compañera.

No merecía mas dolor.

"Sé porqué estás aquí. No te pediré ninguna explicación, estuviste con él y vamos a divorciarnos." La carcajada que suelta, hace temblar a Jungkook.

Los ojos de su esposa reflejan tristeza y cansancio. La mujer entierra sus uñas en las palmas de sus manos. Su aroma es amargo.

"No he hecho nada físico con él. Sólo hablamos. Lo juro. Él no tiene nada que ver...en parte sí, pero no por lo que piensas. No podemos seguir juntos, no te amo y te estoy haciendo daño. Eres la madre de mi hija, siempre te tendré cariño por ello. Lo sabes." Ella asiente, limpia las lagrimas que caen de sus ojos. "Podemos romper la marca, te va a doler, pero te acompañaré en el proceso, eres mi amiga, no te dejaré, siempre estaré a tu lado cuando lo necesites."

Las piernas de la mujer tiemblan debajo de la mesa.

"Sí. Siempre supe que lo encontrarías, me alegro mucho por ti." Hace una pausa. Lame sus labios secos. "Sólo te pido que si se te cruza la idea de desaparecer de la vida de nuestra hija, te romperé las piernas. Si haces una nueva familia, no la dejarás atrás."

"Sabes que no sería capaz. Prefiero morir antes de dejarla. Es mi luz. Si tengo una nueva familia, será parte de ella también. Incluso tú si lo deseas..."Sugiere. Aún no ha hablado con Jimin de ello.

"Lo sé. Sólo era una advertencia. Y no lo creo, no creo que tu Omega se sienta cómodo conmigo y bueno, tampoco estoy cómo con esa idea." Jungkook toma su mano con la de su esposa. Ambos sonríen, ella sigue llorando.

"Lo siento. Él es mi Omega...sabes lo mucho que esperé su venida. Es él, siempre ha sido él y será él hasta el fin de mi vida, e incluso después de ella, estoy seguro que lo seguiré amando. Te aprecio mucho Ari, te apoyaré en lo que desees, pero debemos divorciarnos pronto.Sooyeong tampoco merece esto."

Ella asiente.

El maldito destino jugaba con ella, siempre lo supo.

Enamorarse de un hombre que nunca la amó. Resultaba tan gracioso que su corazón quemaba.

Las cosas pasarían.

"Bien. Después de el divorcio planeo mudarme a algún pueblo vecino, podrás seguir en contacto con Sooyeong cuando quieras, tal vez puede quedarse contigo unos días y la puedes visitar. Hace unos días mi hermana me comentó que necesitaban un encargado. Dijo que yo podía ayudarla con eso. Iré con ella. Luego podemos organizar esto."

Jungkook asiente. "Me parece bien. Iré por mis cosas, me quedaré en un hostal, mientras el comenzamos con el divorcio, quédate el tiempo que necesitas aquí."

Ya no es mi hogar. Quiere decir la mujer.

Envés de eso, prefiere decir suave y lento. "Me alegro que lo hayas encontrado. Siempre lo esperaste, lo mereces."

Jungkook gira su rostro y sus ojos se iluminan. "Yo también. Tú también lo harás."

Las cosas estaba hechas.

La calma había aparecido en la vida de Jungkook, después de tanto alboroto.









el próximo fin de semana se acaba el fic, wow

por fin se viene la calma. tengo la idea de que es mejor escribir algo dónde las cosas se desarrollen con calma, sé que muchos querían que fueran gritos y todo, pero soy consciente que lo más sano es terminar las cosas en buenos términos. además la niña estaba en la casa, no querían que escuchara en una fuerte discusión, Ari estaba lista, esperemos encuentre una buena pareja que la ame como se merece, es un personaje bonito, ari tqm, siento que aparecerá en muchos fics de ahora en adelante

my heart belongs to you ⸺kookmin minific omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora