my heart belongs to you ⸺kookmin minific omegaverse

FINAL

Jimin se bajó de los brazos del alfa después de besarse. Estaba avergonzado por su actitud, Jungkook lo sabía, así que lo dejó pasar.

"Necesitaba pasar un momento por aquí antes de buscar dónde quedarme. No hay muchas posadas que digamos." Ríe. Jimin eleva una ceja, sin entender la situación.

"¿Quiere decir que...te vas a divorciar?" La pregunta es sencilla, pero aún así le cuesta. Juega con sus dedos, Jungkook entra la maleta y voltea a ver al omega con una sonrisa en el rostro.

El aroma de ambos es fuerte, pero el del alfa es más imponente del que Jimin recuerda. La situación es extraña, se siente como un adolescente hormonal. Ambos esperaban tanto el momento, pero no sabían lo que sucedería a partir de ahora.

Jungkook estaba seguro que debía iniciar con el divorcio y quería cortejar a Jimin de la manera en que habría querido.

Jimin sabía que las cosas comenzarían a cambiar para bien.

El alfa se acerca, a pasos lentos y cuidadosos. El omega está temblando, parece abrumado por las cosas que acaban de pasar.

Envuelve sus grandes manos en las de Jimin. Deja un casto beso en él y Jimin muestra su cuello. Está sensible, demasiado sensible para su gusto, su cuerpo le exige ser tocado como merecía desde el principio. Jungkook nota lo que desea el omega y su nariz se hunde de inmediato en su cuello. Jimin lo abraza de nuevo y Jungkook plasma un beso en la piel donde debería ir su marca y donde se origina su aroma.

Murmura desde su pequeño escondite. "Te amo tanto. Lamento haberte hecho sufrir todo este tiempo. Lo siento tanto." Lágrimas del más alto tocan la piel del Omega. Su voz es entrecortada. "Seré un buen alfa para ti. El alfa que mereces, que merecías desde el inicio. Si me dejas hacer las cosas bien, prometo que nada te hará falta, me gustaría cortejarte. Lo siento, lo siento..."

Era el turno del omega de calmar a Jungkook. Daba caricias y susurra en su oído. "Sé que harás las cosas bien."

Jungkook se permite llorar una vez más, antes de retomar la compostura. Debía ser fuerte. El aroma de Jimin se colaba por su cuerpo y no podía evitarse sentirse sensible. Se aparta de Jimin y sonríe al omega sonrojado.

"El proceso se hará lo más rápido posible. Hablé con ella, estamos en buenos términos. Podré visitar a mi bebé e incluso ella se podrá quedar conmigo. Ari se irá a un pueblo cercano. Mientras esto ocurre debo buscar donde quedarme." Jimin asiente.

Su voz ruega por hacer presencia. Puede estar cometiendo un error al sugerir...

"Puedes quedarte conmigo hasta que encuentres un lugar más estable. No tengo problema con ello."

Bien. Lo había soltado.

Los ojos del alfa se abrieron con sorpresa. "¿Estás bien con es?"

La sonrisa que le dio Jimin fue suficiente para comprender la respuesta. Besó sus mejillas y se instaló en la habitación de invitados. Había sido acogedor, ver como Jimin le ayudaba a desempacar las pocas cosas que se había llevado de casa.

Entre la corta instalación, los besos se colaban en varias ocasiones. No podían alejar las manos del otro, es como si hubieran esperado años en tocarse de la manera en la que lo estaban haciendo (es cierto, pero les hacía falta admitirlo al otro en voz alta). No cruzaban los límites, eran breves caricias y algunos besos.

Lo habían hablado un poco. Aún estaban listos para explorar el cuerpo del otro (un poco desesperados porque pasara, pero Jimin sabía que no era el momento. Debían esperar al divorcio del alfa, debían esperar a que la situación se calmara un poco, antes de dar grandes pasos).

Jungkook estaba preocupado por su hija, pero sabía que ella podía entender la situación con facilidad. Había hablado con ella y le había prometido volver pronto. Había sido su prioridad antes de salir del hogar y buscar a Jimin.

Su preocupación por la niña se había calmado, luego de conversar con Jimin, quien le comentó que su hija debía ser su prioridad antes que él y alguien más. Jungkook lo sabía desde el principio. La adoraba como una estrella en el cielo. No sería capaz de dejarla de lado, así tenga una nueva familia. De eso estaba seguro.

Su vida estaba cambiando y estaba feliz por ello.

Estaba feliz por tener a su lado al amor de su vida y a una hija que amaba con el alma.

Sólo hacía falta que las cosas se calmaran.

Jimin estaba feliz de haber conseguido la paz que tanto deseaba, con el Alfa a su lado. Las cosas saldrían bien para ellos de ahora en adelante.