LE SSERAFIM OS+ Historias cortas (Purinz/Summerz)

"Style" III

Mi frente estaba llena de sudor y sentía mis pulmones quemando en búsqueda de aire. Ágilmente estrellaba mis puños una y otra vez contra el duro plástico, descargando toda la fuerza de mis brazos y torso.

— Sé un poco más rápida, Zuha — Hablaba fuerte el entrenador — Un segundo de apertura puede cambiarlo todo y arrastrarte a la derrota, debes ser aún más ágil y letal — Apenas podía entender lo que decía a causa del casco que llevaba puesto para protegerse.

Asentí y aumenté la fuerza y rápidez tanto como mi cuerpo me lo permitía.

Transcurrieron unos pocos minutos y la alarma sonó.

Inmediatamente paré y mis manos tomaron mis rodillas, inclinándome en búsqueda de aire.

El entrenador igual de agotado quitó el casco de su cabeza y se deshizo de las manoplas, arrojándolas al piso y tomando un gran trago de agua — Eres realmente buena, necesitas pulir unos cuantos detalles, sin embargo tu técnica y condición son perfectos, sigue así — me felicitó, dando unas palmadas en mi espalda.

Aún con la respiración agitada, asentí y le regalé una sonrisa, que él devolvió.

— Bien, hemos terminado por hoy, procura trabajar un poco más en tu agilidad y mejorar tu defensa, entonces serás una máquina y podremos comenzar a participar en competencias nacionales. Bien hecho — Se despidió de Yunjin que estaba observando el entrenamiento desde minutos antes y salió del gimnasio.

Yunjin silbó con sorpresa — Me impresionas, tienes toda la pinta de una profesional ahora, si yo intentara hacer aquello no duraría ni 10 minutos — rió — Lástima que te veo como una hermana y estás enamorada de Chaewon, si no fuera así, muy probablemente me enamoraría de tí, Zuha — Reímos, recogí mis cosas y ambas nos retiramos hacia el auto de Yunjin.

— No digas tonterías — rodé los ojos, aún riendo, ambas caminabamos por la acera, el sol caía a cada minuto y estaba un poco oscuro — Ni en una dimensión alterna soy capaz de imaginarnos juntas — me burlé.

— Tienes razón — estuvo de acuerdo — Me impresiona lo lejos que has llegado, estoy segura que podrías ganar cualquier copa existente — aseguró sonriendo — Bueno... a excepción de la copa Chaewon, al parecer te está costando un poco — esta vez ella se burló y yo entrecerré los ojos, dando una palmada en su hombro.

— Primeramente, las copas son de futbol y en boxeo son cinturones, idiota — aclaré, fastidiada. Ambas nos subimos a su auto y nos encaminamos a mi casa — Y en segunda, eso no es verdad, ahora ella me habla más y comenzamos a tener la confianza de antes — Yunjin rodó los ojos —

— Zuha, a veces eres tan lenta, ha pasado más de un mes desde el beso en el auto — recalcó indignada, dirigiéndome miradas de reproche. Quizá no debí contárselo — Es verdad que ahora comienza a haber más confianza, pero no has tenido la valentía de amarrarte esos pantalones e invitarla a una cita — recriminó — ¿Cuánto tiempo más planeas esperar?¿Una década? — se detuvo en un semáforo rojo y volteo a verme con los ojos entrecerrados, cruzando ambos brazos — Chaewon-ah es mi mejor amiga, la conozco más de lo que ella misma se conoce, por lo que estoy segura de que está esperando que tú, japonesa más lenta que un caracol, la invites a salir — con su dedo índice golpeaba mi pecho.

De tan solo imaginarlo sentía como mi estómago se retorcía a causa de los nervios, rasqué mi cuello — Lo siento, Yunjin-ah — solté un pequeño suspiro — Realmente quiero hacerlo, es solo que no quiero presionarla o hacerla sentir incómoda, ¿sabes? — dije, ella alzó una ceja.

— ¿Entonces solo es por eso? ¿Porque no quieres incomodar? — asentí — Zuha, creo que te equivocas. Por si no lo has notado, Chaewon-ah te ve todo el tiempo, sonríe cuando hablas y es la única a la que parecen darle gracia tus chistes pésimamente malos — sonrió de lado — además, de nuevo parece adoptar esas actitudes que tenía hace años, le gusta cocinarte, cuando está asustada no duda en ir a tus brazos, pide tu opinión sobre cosas importantes para ella, incluso comienza a hablar de ti otra vez — arrancó de nuevo — simplemente no hay manera de que se sienta incómoda contigo.