EL EMPRESARIO

CAPÍTULO 87. EXTRA 5. LA VIDA DIARIA DE LOS CACHORROS TERRESTRES (5)

Al final, el pequeño leopardo de fuego se colocó en la almohada junto a Rong Mingshi y Aojia lo cubrió con la misma toalla que el pequeño dragón de hielo.

Rong Mingshi bostezó y miró al leopardo dormido mientras escuchaba los ronquidos del pequeño dragón de hielo en la olla de sopa. Se dio la vuelta en la cama y pensó que no tendría sueño porque acababa de dormir mucho tiempo. Todavía tenía muchas cosas de las que hablar con Aojia, como preguntar sobre la madre del leopardo y la madre del dragón. Sin embargo, no sabía por qué, pero tenía tanto sueño que no podía abrir los ojos.

Inconscientemente tocó el pequeño leopardo de fuego en la almohada y se durmió.

En el dormitorio, un ser grande y dos pequeños dormían, cada uno de ellos emitiendo un ronquido diferente. Aojia caminó hacia la cama y acarició el cabello de su bebé, besando suavemente la frente antes de encender la computadora cuántica para verificar su condición física.

Aojia no pudo evitar fruncir el ceño ante la información mostrada. La persona acostada en la cama había dormido lo suficiente, pero su estado mental parecía estar empeorando. Era urgente para él beber vino energético.

En el momento en que Aojia estaba a punto de salir para continuar estudiando el vino energético, la persona en la cama se movió de repente y se convirtió en un gran leopardo de las nieves. La gran masa esponjosa de piel yacía sobre la cama y las gruesas patas se tocaron y buscaron alrededor de la cama.

El corazón de Aojia se suavizó cuando colocó la olla de sopa de la mesita de noche en las gruesas patas del leopardo de las nieves. Luego colocó suavemente al leopardo de fuego envuelto en una toalla junto a la gran cara del leopardo de las nieves.

El rostro grande y peludo del leopardo de las nieves tocó al pequeño leopardo de fuego y no pudo evitar sonreír al sentir las esporádicas explosiones de humo del pequeño leopardo de fuego. Se acercó y el pequeño leopardo de fuego dentro de la toalla soltó un grito sin abrir los ojos. Simplemente sacó una pequeña pata de la toalla y la presionó contra la boca peluda del leopardo de las nieves.

Al mismo tiempo, las gruesas patas de Rong Mingshi también tocaron la olla de sopa y la abrazaron. En su sueño confuso, Rong Mingshi sintió que todo estaba bien, incluso la olla de sopa ligeramente fría.

Los ojos de Aojia se suavizaron al presenciar todo esto. Tocó la cabeza esponjosa del gran leopardo de las nieves, besó las orejas redondas y salió suavemente de la habitación, cerrando la puerta.

En medio de la noche, Rong Mingshi, que estaba durmiendo con los dos niños, se despertó repentinamente cuando le rasparon las orejas y la barbilla. Miró a la persona que estaba de pie en la oscuridad de una manera confusa y apartó la cabeza del pequeño leopardo de fuego. No tuvo oportunidad de expresar sus dudas cuando la persona junto a la cama de repente lo besó en la boca.

Rong Mingshi inmediatamente levantó una mano para alejar a esta persona. Esta persona tenía una familia y también era demasiado casual. El dragón que lo besaba también tenía una esposa leopardo y una esposa dragón. Esto era demasiado inmoral.

Era solo que en su visión borrosa, no vio su mano sino una gran pata que era muy gruesa y esponjosa. Se veía muy bien y parecía especialmente genial para pellizcar.

Al mismo tiempo, sintió el sabor del vino en su boca que se mezclaba con el aliento abrasador del gran dragón negro. Un poco de fuerza se acumuló en su cabeza por lo que hubo un momento de claridad, seguido por mareos y confusión. Todas las imágenes destrozadas se vertieron en su cabeza, las imágenes naturales, claras y vívidas.

Estaba la escena en la que el gran dragón negro lo rescató del nido de pájaros. El dragón negro lo llevó a un médico para que lo tratara y lo llevó a una estrella de recursos para encontrar la piedra de energía. También estaba la escena en la que Rong Mingshi talló los gemelos y la escena en la que los dos juraron bajo el estado ancestral. Finalmente, los dos se pararon frente a una incubadora genética mirando los dos huevos.