Un día, estaban retransmitiendo con algunos de sus streamers favoritos, Ibai, el Mariana, Spreen, quackity y Rivers. Todos eran buenos amigos y les encantaba colaborar entre ellos. Mientras jugaban juntos a un juego, Mau sacó el tema de su boda.
"Hola chicos, estábamos pensando en conseguir un patrocinador para nuestra boda. ¿Conocéis a alguien que pueda ayudarnos?", preguntó.
Los demás streamers se miraron unos a otros, e Ibai fue el primero en hablar. "En realidad, puede que conozca a alguien. Voy a hablar con ellos a ver qué puedo hacer", dijo.Mau y Angelo estaban encantados. No podían creer que sus amigos fueran a ayudarles. Siguieron jugando y charlando con sus amigos, pero en el fondo de sus mentes ya estaban planeando la boda de sus sueños.
Durante las semanas siguientes, Ibai se mantuvo en contacto con Mau y Angelo. Estaba haciendo progresos, pero aún no podía prometer nada. "Seguid haciendo lo que hacéis, chicos. Seguid retransmitiendo, haced crecer vuestro canal y estoy seguro de que encontraremos un patrocinador para vosotros", dijo.
Mau y Angelo agradecieron la ayuda de Ibai, pero sabían que tenían que hacer más. Empezaron a ponerse en contacto con otros streamers para pedirles su apoyo. Les sorprendió lo dispuestos que estaban todos a ayudarles. Recibieron mensajes de ánimo y apoyo de streamers de todo el mundo.
A medida que su canal crecía, empezaron a llamar la atención de patrocinadores. Les ofrecieron juegos gratis, equipos e incluso algo de dinero. No era suficiente para cubrir los gastos de su boda, pero era un comienzo.
Mau y Angelo estaban contentos con sus progresos, pero sabían que aún les quedaba mucho camino por recorrer. Siguieron emitiendo con regularidad y su audiencia creció. También empezaron a planear su boda, a discutir detalles como el lugar, el tema y la lista de invitados.A medida que avanzaba la organización de la boda, la relación entre Mau y Angelo se hacía más fuerte. Hablaban de su futuro juntos, de sus sueños y aspiraciones, y de cómo querían hacer crecer aún más su canal. Estaban entusiasmados con su futuro y sabían que podrían conseguir cualquier cosa mientras estuvieran juntos.
Un día, Mau recibió un correo electrónico de Ibai. "Hola, tengo buenas noticias. He encontrado un patrocinador para tu boda. Están dispuestos a cubrir todos los gastos, incluido el lugar de celebración, la comida y la decoración", decía el correo.
Mau estaba encantado. No podía creer que por fin hubieran encontrado un patrocinador. Llamó inmediatamente a Angelo y ambos se llenaron de alegría. Llevaban tiempo esperando por ese momento.
Mau y Angelo decidieron celebrarlo saliendo a cenar. Eligieron su restaurante favorito, un acogedor local italiano en pleno centro de la ciudad. Mientras se sentaban y miraban el menú, no paraban de hablar de su inminente boda.
"No me puedo creer que vaya a ser verdad", dijo Mau, con los ojos brillantes de emoción."Lo sé, es un sueño hecho realidad", respondió Angelo sonriendo.
Mientras hablaban y reían, no podían evitar sentirse agradecidos el uno por el otro. Habían pasado por muchas cosas juntos y ahora estaban a punto de empezar un nuevo capítulo en sus vidas.
Cuando terminaron de comer, Mau se inclinó sobre la mesa y cogió la mano de Angelo. "Te quiero", le dijo, mirándole profundamente a los ojos.
"Yo también te quiero", respondió Angelo, inclinándose para darle un beso.Sus labios se encontraron y se besaron apasionadamente allí mismo, en el restaurante. No les importaba quién estuviera mirando. Estaban enamorados y querían que el mundo lo supiera.Pasaron los días, y Mau y Angelo estaban ocupados planeando su boda. Ya habían encontrado el lugar perfecto. Estaban entusiasmados con cada detalle y sabían que su boda iba a ser increíble.