Una Lágrima Más Allá de la Muerte

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12 de mayo de 2010

Mi nombre es Tommy, soy profesor de primaria y este es mi día a día habitual.

-... Profesor... ¿Está seguro que es necesario?

- Claro- Esbozo una sonrisa inocente y simpática. - ¿Cómo si no te ayudo a ampliar tu mente? Debes mostrarte tal y como eres para llegar más al fondo de ella.

Esta es Naomi, una pequeña de quinto, la jefa de su clase y es muy perfecta. Tiene una apariencia muy delicada, posee un pelo castaño claro y es bastante delgada y pequeña. Es muy dedicada a los estudios y siempre aboga por la justicia y la igualdad. Es respetada y deseada por muchos de sus compañeros, puesto que es muy hermosa y posee una actitud muy femenina. Le imparto clases privadas.

- Pero... Me da frío... Y me apena...

- Te prometo que estará mejor luego de todo.- Digo mientras me detengo a acomodar mis gafas y dedicarle una mirada que inspira a la confianza, como un depredador a su presa. Luego, continúo desnudándola.

Me propuse intentar ayudarla con sus ansias de ser mejor persona y ayudarla así, cada día me acerco más a ella, poco a poco la voy ganando.
Claro, yo también tengo ciertas necesidades...

- ¿Pero no es un poco tarde ya? Todos se fueron... ¿No le regañará su esposa?

- No te preocupes, le expliqué tu situación y se mostró tan amable como yo. Ella también pasó por una etapa que quiso ayuda para comprender mejor las cosas. La diferencia es que a ti te voy a ayudar yo.- Safo suavemente su diminuto sujetador que no cubre mucho más que unos pequeños pezones.

Su cuerpo, blanco y endeble como el papel... Esa cara tan inocente, sus cabellos tan hermosos... Su sonrisa tímida, esa vergüenza tan preciosa... Su manera de cubrirse ese par de cerezas erectas que yacen en su pecho... Despiertan mis deseos más lujuriosos...
Me encantan.

- ¿Profesor? ¿Está bien?

- Si.- Vuelvo en mí. - Solo analizaba tu físico y veo algunos problemas por los que se puede limitar tu aprendizaje.

Muchos podrán decir lo que quieran de mi, pero no estoy loco ni mucho menos; solo tengo gustos que se salen de los aceptados socialmente y los controlo sumamente bien. Pero qué sabrá el resto de ello... Solo juzgan.

- ¿Sabes có-... cómo tratarlo?...- Su timidez le gana mientras se cubre un poco el pecho.

- Si, estoy seguro de mis métodos.- Me muestro muy confiado para aplacar su miedo. - Baja tus brazos primero, tratemos de estar calmados ¿si?

- E- Está bien...- Baja lentamente los brazos, dejando al descubierto su cuerpo aún sin desarrollar.

¡Qué hermoso cuerpo de niña!

- Bueno, creo que el problema se encuentra... Aquí.- Comienzo a bajar lentamente sus calzones infantiles. Tienen un osito en frente.

- Pero...

- Calma.

- ¡Ah!- Ahoga un grito pequeño con su voz aguda trémula mientras sostiene su braguita. Se me queda mirando con los ojos aguados.

- Mejor dejamos el trato para mañana, cuando estés más preparada ¿te parece?

No soy un violador, me encanta verlas ofrecer su puberto cuerpo con tanta inocencia... Es lo más perfecto que ha hecho la naturaleza. Una niña.

- Pero... ¿No te pondrás bravo?

- Claro que no, tenemos tiempo.- La ayudo a vestirse nuevamente.- Siempre estaré ayudándote, recuérdalo.

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⏰ Última actualización: Mar 04, 2023 ⏰

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