Estos lunáticos están obsesionados conmigo

2: Bastardo masoquista

  Eden abrió los ojos sorprendido por mis palabras. Luego se echó a reír.

“Jaja, qué temperamento”

  Por suerte, Eden no dudó de mí. Han Yi Jin, cuya personalidad era cobarde, aparte de su apariencia pura, era similar a la mía incluso cuando estaba de mal humor.

“¿Qué, todavía estás usando esas cosas?”

“…¿Eh?”

  La mirada de Eden estaba fija sobre mi hombro. Me di la vuelta preso del pánico y vi que la monstruosa máquina seguía alardeando de su presencia en la sala limpia. Ahora que lo pienso, todavía no sabía qué era esa cosa. Pero Eden siguió hablando como si supiera muy bien esa cosa.

“¿Así que has estado así loco desde la mañana? Detente, detente. ¿Crees que puedes obtener un avance al rango A?”

“…”

“Escuché que los efectos secundarios no son una broma. ¿Estás bien?¿todavía vas a hacerlo?”

  No sabía qué responder, así que escuché a Eden en silencio. Sin embargo, en mi cabeza, analicé sus palabras en voz alta. Han Yi Jin era un rango B y tenía un complejo de bajo rango. Su deseo de convertirse en un rango A se reveló en la novela.

  Parecía que la ominosa máquina negra era un artículo ilegal que elevaba la clase de personas con talento. Teniendo en cuenta los efectos secundarios, parecía ser una máquina muy peligrosa, luego el verdadero Han Yi Jin...

  ¿Será que murió a causa de esa máquina? Tengo la piel de gallina. Tenía que deshacerme de esa cosa ahora.

  Miré a la máquina, siguiendo la mirada de Eden.

“No te preocupes por eso”

“Humph, estoy harto de preocuparme por ti”

“No lo necesito”

  Cuando levanté mi dedo medio, se rió frívolamente de nuevo. ¿A esta persona le gusta ser maldecida? Después de todo, nunca entendí a los locos.

  Negué con la cabeza hacia adentro y empujé el hombro de Eden, que estaba bloqueando mi frente.

“Apártate del camino”

“¿Adónde vas?”

  Lo que le hice a su hombro, fue tan duro pero no se mueve. Dejé de chasquear la lengua hacia adentro y rápidamente levanté la cara. Entonces grité, mirando a Eden, que seguía preguntando.

“Voy al baño. ¡¿Por qué?!”

  Entonces los ojos de Eden se tiñeron de sorpresa. Tal vez sea porque usa lentes, por lo que sus ojos se veían un poco rosados. ¿Cómo podía un hombre verse tan bien en rosa? Lo triste era que, en lugar de verse suave y frágil, se veía varonil y bien parecido. Después de todo, Dios debe ser injusto.

“Nuestro Yi Jin-a”

“¿…?”

  Su suave voz me puso la piel de gallina.

  Lo miré, fruncí el ceño y Eden bajó la cabeza. Me estremecí de sorpresa ante el rostro que de repente se acercó a mí, y el hombre se rió entre dientes, sus labios rojos sonriendo.

“El baño, ¿no está adentro?”

“¡…!”

“¿Por qué sigues diciendo cosas raras? ¿Mmm?"

  Ni siquiera sabía que había un baño adentro porque miré alrededor de la habitación con brusquedad. Una señal de advertencia sonó en mi cabeza. Los ojos de Eden, que rápidamente se convirtieron en los ojos de una bestia, me escanearon a fondo.