La primavera era su época favorita del año.
No había estación más bella que esa, pues era la viva representación de lo que significaba el renacimiento. Simbolizaba el fin de la oscuridad y aridez que arrasaba con cada pequeño rincón de su alrededor, y todo lograba recuperar la viveza que alguna vez poseyó.
Era un nuevo comienzo. El inicio de un ciclo que se repetía sin cesar desde que el mundo tenía memoria.
La naturaleza parecía resurgir de las cenizas igual que un ave fénix, trayendo consigo un don de vida que desencadenaba el despertar de los animales y el nacimiento de las flores. Campos enteros hasta pequeños rincones en un hogar cualquiera, todo se llenaba de radiantes colores cuando aquella época arribaba.
El bosque que rodeaba su casa también era víctima de aquello, a excepción de los enormes e imponentes árboles que solían bloquear gran parte de la luz solar (y por ende, que el lugar se viera bastante oscuro incluso durante un día muy soleado), pues estos eran del tipo perenne. Sin embargo, las diferentes plantas y arbustos dispuestos a su alrededor sí eran sensibles a la llegada de la primavera, ya sea con distintos tipos de verdes en sus hojas o vivaces colores si es que contaban con alguna flor.
Jungkook adoraba muchas cosas, era demasiado fácil encantarlo y cualquier mínimo detalle podía generarle admiración. Sin embargo, las flores eran una de sus cosas favoritas en el mundo.
Le fascinaba la gran variedad de formas, colores y aromas en las que podían presentarse. Desde colores sumamente discretos como blancos puros o rosas pálidos, hasta colores imponentes como rojos y azules. Aromas que exageraban en lo dulce y otros que incluso llegaban a ser amargos.
Se le hacía muy interesante todo ese universo y desde pequeño se había visto explorándolo. Siempre trataba de mejorar sus conocimientos en jardinería y aprender todo lo que pudiera, pues en verdad sentía pasión por aquella actividad.
No era de extrañar que su estación favorita fuese la primavera.
Jungkook formó una mueca con sus labios mientras se tomaba un momento para observar a su alrededor, luego de que hubiese bajado las escaleras. Sus pasos sobre los escalones habían resonado con fuerza mientras bajaba, incluso hasta el punto de molestar sus tímpanos, y ahora que se había detenido el silencio volvía a reinar.
Todo yacía demasiado tranquilo. Y no le gustaba que fuera así. Ese tipo de quietud tan extrema siempre le había causado cierta incomodidad pues, al ser una persona bastante ruidosa, no se llevaba bien con esos ambientes.
Se quejó por lo bajo al mismo tiempo que sus pasos se dirigían hacia la pequeña mesa frente a los sillones. Tomó el control remoto de la televisión y la encendió, enseguida dedicándose a cambiar los canales con intención de encontrar algo medianamente decente. No planeaba prestarle atención, sólo necesitaba que hiciera algo de alboroto y acabara con ese molesto silencio.
No es como si su compañero de casa, Jimin, fuese demasiado hablador o ruidoso. Sin embargo, incluso aunque se tratara de una persona casi imperceptible, su ausencia seguía siendo más que notoria. Usualmente estaba presente a esas horas y convivían juntos hasta que cada uno debía marcharse para cumplir sus respectivas obligaciones, pero aquel día había sido la excepción pues se vio obligado a asistir más temprano al trabajo.
La presencia de Hoseok era otra cosa que también echaba de menos. Desde que el omega había aceptado esa beca por seis meses en Seúl, el ambiente de la casa solía volverse bastante deprimente. Y ahora, sin la presencia de Jimin, el silencio parecía acrecentarse con cada segundo.
Ni siquiera se trataba de una casa muy grande, era una pequeña estructura que apenas contaba con dos habitaciones y una reducida sala de estar, por lo que no podía recurrir a la vieja excusa de las dimensiones de la casa que lo hacían sentirse solo. Jungkook simplemente era alguien muy apegado a sus amigos y comenzaba a extrañarlos con una facilidad impresionante.
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epiphany : taekook
Fanfiction❛ las almas gemelas nacieron para encontrarse y estar juntas sin importar qué. ❜ una frase que se repetía constantemente entre los suyos y la que ambos oyeron sin cesar mientras crecían. no obstante, sólo uno de ellos fue capaz de comprender lo que...