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Luego de que Noeul terminará de contar lo ocurrido, con lágrimas y sollozos de por medio, fue llevado a su habitación por Fort, quién lo arropó y le dió un beso en la frente antes de salir.

Volvió con Seb, quién aún se encontraba sentado en el sofá, furioso.

-No puedo entender a ese tipo.-Dijo molesto, sentándose a su lado.

-Yo tampoco Fort, yo tampoco.-Dijo Seb frunciendo el ceño.

Y realmente no lo entendían, siempre que los tres iban a la universidad, Boss los saludaba a ellos dos con un hola, mientras que a Noeul lo saludaba con un beso, para después llevárselo a quién sabe dónde, y cuando faltaban algunos minutos para que las clases comenzaran, Boss dejaba a un Noeul sonriente y feliz en la entrada de la clase.

Entonces, ¿Cuándo fue que a Boss empezó a molestarle eso?

Bueno, eso no importaba, ahora solo debían de encargarse de que su amigo pudiera superar esa ruptura.

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Pasaron dos semanas en las que Noeul solo se había dedicado a ir a la universidad con un aura triste, pero disimulada.

Cada vez que veía a Boss, el cual siempre se encontraba feliz riendo con sus amigos en el almuerzo, demostrando que su ruptura no lo había afectado en nada, su corazón le dolía.

Cuando era hora de volver a casa, recogía sus cosas lentamente, y luego se iba con Seb, no sin antes esperar a Fort, que casi siempre se iba con ellos, con la excusa (no tan excusa) de que en su casa se sentía solo.

Al llegar, los tres dejaban sus cosas de lado, para que luego Seb y Fort rodearán a Noeul, el cual comenzaba a llorar, desahogando su dolor en sus amigos.

Pasaron seis semanas, cuando Noeul aceptó que esa relación había llegado a su fin, y que nada la volvería a restaurar.

Luego pasaron siete, ocho, nueve, diez, once. Hasta que en total pasaron 6 meses cuando Noeul volvió a ser el mismo de siempre, alegre, amigable, divertido y juguetón, chico universitario.

Sus amigos estaban felices por él, lo habían ayudado en todo lo que podían, y a la vez que Noeul también colaboraba mucho para superar y sanar, así que sentían que el trabajo que pusieron los tres no fue para nada en vano.

Así siguieron pasando los meses, en los que la relación de Fort y Noeul se volvía cada vez más intima.

Hasta que un día, Fort decidió contarle a Seb sobre los sentimientos que le habían surgido por Noeul.

Phi, es raro, este sentimiento yo ya lo tuve antes.-Dijo Fort sentado en el césped.

Estaban en el patio trasero esperando a Noeul, quien habia sido retenido por un profesor para hablar sobre algún trabajo.

¿Cómo así?-Preguntó Seb, mirando si Noeul no volvía aún.

En segundo año, unos meses después de conocer a Noe.-Respondió, un poco apenado.

Ooh, entonces llevas enamorado de NoeNoe desde hace más de un año.-Seb dijo, sonriéndole.

Yo...-Volteo a mirar a otro lado sin saber que decir.

Hey, no hay nada de malo en lo que sientes Fort, y tampoco es raro, es decir, ¿Quién no caería enamorado de mi NoeNoe?-Preguntó sonriendo divertido.

Ambos se rieron luego de eso, porque sí, es verdad, nadie podía evitar caer enamorado de ese chico de linda sonrisa con personalidad hermosa y apariencia muy atractiva.

Superar.-FortNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora