《Boda de Leandro y Paulita》

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UNDÉCIMA ESCENA
Bartolo, Martina

(En el jardín de la hacienda de Don Jerónimo)

MARTINA: Esposo mío, mira qué lindo se ve todo por aqui.

BARTOLO: Así es mujer, mira bien cómo es que la gente de clase alta hace de sus fiestas un verdadero cuento.

MARTINA: ¡Oh querido! ¿Cómo te imaginas que se vea Doña Paulita? ¿Cómo ha de ser su vestido? ¿Ha donde ira a vivir después de este día? ¿La casa del tío de Leandro será más grande que esta? ¿Será que...

BARTOLO: Cálmate mujer de una vez, que con tu alto vocerío podrías meternos otra vez en problemas.

MARTINA: Tienes razón querido, lo lamento, pero no puedo evitar sentirme emocionada por la boda, nunca creí que nos invitarían.

BARTOLO: Pues que ingenua mujer, era de esperarse que nos invitarían, sino hubiese sido por tu calumnia yo nunca hubiese llegado a esta hacienda y si yo nunca hubiese llegado a esta hacienda, entonces no habría tal celebración, es más, me indigna no ser invitado de honor.

MARTINA: Tienes razón amor mío, esta fiesta es gracias a nosotros, pero mira dejémonos de palabras y disfrutemos de tal invitación, agradecidos deberíamos de estar que la boda sea aqui y no en la casa del tío de Leandro, así que anda vayamos a sentarnos.

(Martina toma a su esposo del brazo y lo jala sutilmente hacía unos lugares que se encontraban vacíos, esperando junto al resto de los invitados que inicie la ceremonia)

DUOENDÉCIMA ESCENA
ACTO PRIMERO DUOENDÉCIMA ESCENA
D.A. Paula, Don Jerónimo.

D.A.PAULA: ¡Padre, querido padre! ¡Que dicha me has dado al prepararme tal celebración!

DON JERÓNIMO: ¿Pues qué esperabas? Es la boda de mi única hija y aunque aún sigo en desacuerdo no podía arruinarte este día con boberías.

D.A.PAULA: Gracias padre, enserio gracias. (Lo abraza)

DON JERÓNIMO: Bien hija mía, es momento de que inicie tu felicidad, así que vayamos antes de que me arrepienta de darte a aquel muchacho.

(Paulita con una extensa sonrisa toma el brazo de su padre y juntos se encaminan hacia en donde se encuentra Leandro y el sacerdote)

ACTO SEGUNDO DUOENDÉCIMA ESCENA
Paulita, Leandro, Don Jerónimo, Sacerdote.

LEANDRO: Vaya que realmente eres la mujer más linda del mundo, dichoso me encuentro hoy de convertirte en mi esposa. (Le expresa su devoción una vez que Paulita se encuentra enfrente de él)

DON JERÓNIMO: Leandro, el día de hoy te entrego lo más hermoso de mi vida y espero y así como la amas hoy la ames mañana.

LEANDRO: De eso no tenga ni la menor duda Don Jerónimo, amare a su hija hasta el día de mi muerte y hasta eso alguien tendría que matarme para que eso sucediese rápido, porque en mis planes está el vivir una larga vida a lado de su hija.

DON JERÓNIMO: Espero y no me defraudes, sino ten por seguro que seré yo mismo el que te mate.

(Paulita con la sonrisa más grande de su vida le da un beso en la mejilla a su padre para después soltarlo y ahora ser la mano de Leandro la que tome, una vez que estos se sostienen fuertemente Don Jerónimo se va a sentar y sin más comienza la ceremonia).

SACERDOTE: Si no hay algo o alguien que impida este sagrado matrimonio, los puedo declarar marido y mujer.

D.A.PAULA: Al fin mi amor, al fin soy tu mujer, hoy al fin nuestra agonía termina.

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⏰ Última actualización: Feb 27, 2023 ⏰

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