Capitulo 9

5K 625 83
                                    

No sabías si llorabas por el dolor de tu herida, por el miedo, por el estrés, o por todo lo anterior.

Ver cómo tu propia sangre salía de la herida ya era bastante shock para ti ¿Quien está preparado para recibir un disparo?

El hombre que ahora te acompañaba revisaba tu herida, para bien o para mal, aquel tiro había dado en tu muslo izquierdo. Dolía como un infierno, no recordabas haber sentido algo así antes.

Trataste de mantenerte distraída del dolor, por eso centraste tu mirada en las manos de tu salvador. Con bastante fluidez se estaba encargando de parar el sangrado y vendar, de manera improvisada, tu herida. Se notaba que tenía experiencia en esto, aunque no era de sorprenderse, si era un militar seguro habría visto cosas peores.

-No se preocupe Señorita, estará bien - hablo de pronto, sin dejar de vendar la pierna.

-¿No es tan grave como se ve y duele? -

-Necesitará ayuda médica sin duda, pero vivirá - sonrió- Este vendaje será suficiente por ahora, pero tengo que sacarla de aquí - se levantó y se alejó un poco de ti.

Cuando consideró que estaba a una distancia prudente activó su comunicador.

-LT, ¿Me copias? -

-Te copio, Jhonny ¿Todo en orden? -

-Había uno de ellos aquí, lo eliminé. Ahora lo que necesito saber es si cerca de mi posición se encuentra personal médico, ¿Puedes ver algo? -

-¿Te hirieron?

-A mí no, aquí dentro también había una civil, tiene una herida, le dispararon a ella-

-Entiendo. Puedo ver una ambulancia estacionada a no más de tres edificios de tu ubicación-

-¿El camino está limpio? -

-Afirmativo. Pero en tu trayecto entre los edificios estarás fuera de mi campo de visión- advirtió

-Muy bien, no habrá problema LT, seré rápido. Solo se la entregaré a los paramédicos y me reuniré contigo-

-Enterado -

Se encaminó nuevamente hacia ti, te explico que no muy lejos de ahí podrían encontrar ayuda. Pero dado que no podrías caminar él te ayudaría. Se agachó y con cuidado te cargó en sus brazos, procurando no lastimarte más.

A pesar de tener que cargar con todo su equipo y sumando tu peso, aquel hombre avanzaba sin ningún problema. Reconocía que debía estar en una excelente condición física.

Con bastante agilidad avanzó hasta ver una ambulancia en donde también se encontraban dos paramédicos. Llegó hasta ellos y les explico tu situación, te colocaron en la camilla que estaba dentro del vehículo y de inmediato uno de ellos revisó tu herida mientras el segundo tomaba algunos de tus datos.

Cuando quisiste agradecerle a aquel hombre, este ya no estaba.

Tan pronto como vio que ya estabas en buenas manos se retiró. Su misión aún no terminaba, se comunicó nuevamente con su compañero y acordaron un punto de reunión.


Suponías que por el tiempo transcurrido ya debería ser de noche. Al estar ahí sentada en la sala de espera de emergencias no tenías ninguna ventana cerca.

Como muchas camas estaban ocupadas por personas más graves que tú, te habían dejado esperando ahí sentada, con un vendaje mejor que el que te había hecho aquel hombre y con un suero combinado con medicamentos siendo inyectando lentamente en tu brazo.

Te habían dicho que no podías irte aún, tenían que retirar los restos que habían quedado por dentro y suturar.

En tu espera habías visto cómo no dejaban de llegar más y más lesionados, como algunos morían en la sala de emergencias y una larga fila de personas que buscaban saber si sus familiares se encontraban ahí.

EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora