Yo tengo un gato, no siempre he sido fanático de ellos, pero un día llegó a casa y nunca se fue.
Las croquetas nunca le gustaron, he intentado que las coma a lo largo de los años, pero simplemente no le gustan, prefiere dejar su plato intacto y salirse a cazar por las noches.
Su apetito me ha traído muchos problemas con los vecinos, incluso me han llegado a culpar por los desastres que ocasiona. Cada día su hambre incrementa y empieza a cazar más y más.
Lo peor es que como sabrán, los gatos siempre llevan restos de lo que cazan a sus amos, esto lo hacen porque piensan que sus humanos no se pueden alimentar solos, yo no sé cómo explicarle que no me gustan las cabezas y mucho menos si tienen tinte rubio o rizos artificiales.
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Ojos Negros: Relatos Cortos De Terror Y Misterio
HorrorEste libro es una recopilación de cuentos cortos e historias ficticias escritas por mí, todas con la finalidad de generar un sentimiento de intriga y misterio al lector. Historias que van desde un simple gato doméstico con un siniestro secreto, hast...