you again

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Yooyeon paseaba por aquel gris pasillo helado, mismo de siempre. Estaba analizando los rostros de sus compañeros de celda, como ella los llamaba. Se preguntaba que estaban pensando, si alguno estaría tramando un escape, un suicidio o una gran hazaña inimaginable. Aunque lo más probable es que solo estén dopados y pensando en gatos.

— Yooyeon, no sabes lo que sucedió en la noche —llegó corriendo Hana, su amiga del loquero—.

— ¿Qué pasó?

— Justin Bieber vino a mi cuarto, me cantó varias canciones, con todo y su guitarra.... se veía tan guapo.

Yooyeon asintió, escuchando atenta los delirios de su amiga, era algo típico de ella y ya estaba acostumbrada a ello.

— ¿Ah si?

Hana asintió sin cesar.

— ¿Te lo cogiste?

Su amiga le dió un pequeño golpe al haber llamado la atención de los otros pacientes sentados a unos metros de ellas.

— Soy una mujer con valores, esperaré al matrimonio, el me esperará.

— Pues yo si me cogí anoche a Tom Cruise

— No digas estupideces Yooyeon —la pelinegra rió—.

— Te lo juro, nos besamos tan apasionadamente, hasta le hice una mamada tan babosa y mojada que los enfermeros tuvieron que venir a trapear el piso...

— ¿Podrían callarse? Bola de mugrosas —la anciana con demencia las regañó a unos metros de ellas, causando que ambas amigas explotaran en risas—.

— ¿Tu a quien te cogiste abuela? ¿Nelson Mandela? —Yooyeon la retó sin vergüenza, sabía que ella era intocable en este lugar, nadie le haría nada por burlarse de una abuela amargada—.

— ¡Desgracia-....!

Las quejas de la anciana pasaron a segundo plano cuando la estruendosa puerta chillona sin aceite del pabellón se abrió, molestando por completo a Yooyeon quien no dudó en poner su atención quién entraba.

Venía el enfermero sexy Jin, como ella lo había llamado, la amargada enfermera Rose, y en medio de ambos vestido con unos pants grises y sudadera del mismo color.... un chico nuevo. El cual le resonó su rostro.

— Uh, está guapo —comentó su amiga mientras ambas miraban a el tipo nuevo quien caminaba cabizbajo, solo se lograba ver su perfil perfecto, con unos labios carnosos y nariz alta, adornados con un cabello café oscuro con algunas ondas—.

Entonces los recuerdos de secundaria le pegaron como un golpe. Ella conocía a aquel paciente nuevo.

— Diooos, que cuerpo, es tremendamente alto.... 

Yooyeon ignoró los halagos de su amiga mientras siguió admirando como el chico caminaba sin aparente interés en su alrededor hasta lo que asumía era su habitación designada, tomó nota mental del lugar exacto al que lo escoltaban, no podía olvidar un solo segundo de este icónico momento.

— Yooyeon, es perfe-

— Cállate Hana —la silenció molesta de una vez cuando finalmente Yeonjun desaparecía entrando en su nueva habitación—.

— ¿Woah...? 

— Es mío. Ni se te ocurra acercarte a el.

La mirada intimidante de la mayor hizo que Hana se removiera incómoda.

— Yo estoy de novia con Justin comoquiera. No me interesa.

Yooyeon sonrió de lado, feliz de que su amiga no le cuestionara más y dejase de hablar de su chico.

Después de que su pequeña amiga peli-rosa cambiara el tema, la siguió hasta la sala de televisión donde se sentaron junto con otros pacientes a ver la serie coreana que estaba de moda entre las abuelas. Realmente no había mucho que hacer, y por el momento Yooyeon estaba muy sobreestimulada como para hacer algo.

Su corazón latía fuertemente contra su pecho aún recordando a Choi Yeonjun. Habían pasado seis años desde que fue expulsada de la preparatoria y nunca más lo volvió a ver, recordaba perfectamente el odio que llegó a sentir por el tras su rechazo, pero igualmente el amor obsesivo que tuvo y no fue correspondido. Su primer y último amor ya que después de eso se la había pasado yendo y saliendo de centros psiquiatricos donde solo había conseguido sexo con algunos otros pacientes, pero nunca pudo establecer una relación formal, y en los lapsos que estaba fuera siempre terminó ahuyentando a sus pretendientes antes de que algo sucediera.

Pero la incógnita real aqui era, ¿qué hacía el grandioso Choi Yeonjun en un lugar así?. 

La curiosidad la carcomía tanto y se puso tan ansiosa de respuestas que llegó a sacarse sangre arrancando inconscientemente los padrastros de sus dedos. 

— Tengo que ir a lavar esto —rió mirando sus dedos ensangrentados—.

— Sip, te espero amiguis —dijo la inocente Hana—.

Yooyeon salió de la sala de televisión, rumbo al baño a lavarse las manos, pero se topó con Taeyong, un paciente maniaco que la tenía harta y siempre la ponía de mal humor, y no fue diferente cuando el chico apareció y gritó en su cara sin razón aparente.

Yooyeon se quedó estática, harta de su actitud inmadura siempre queriendo llamar la atención, pareciera que el chico tenía dos pulmones por la duración de su grito. Todos a su alrededor se quedaron mirando al par.

— ¿Ya terminaste? —preguntó sarcástica cuando el chico se alejó un poco y sonrió—.

— Si.

— Okay.

Los gritos en la sala comenzaron cuando después de echarse el pelo hacia atrás, el puño de Yooyeon se estampó directo a la mejilla derecha de Taeyong. El chico cayó al suelo en shock.

— ¡Enfermero! —gritaban las ancianas alrededor llamando al socorro de algún personal—.

Yeooyeon fue sujeta desde atrás por quien supuso eran los enfermeros del lugar, incluyendo el sexy Jin y el otro no tan sexy que siempre olvidaba su nombre.

— Ya, ya... pueden soltarme, solo fue un golpecito —se excusó cuando ya estaba incómoda con el tacto de los chicos—.

— Yooyeon, ¿por qué siempre haces esto? —preguntó Jin—.

— ¡Me gritó en la cara!

— Ya sabes como es tu compañero.

— Y el ya sabe como soy yo....

Intentó forcejear fuera del agarre pero fue imposible, hasta que se dió por vencida. 

— ¡Yooyeon! ¡¿Otra vez?! —se quejó la reconocible voz de su amiga Hana a sus espaldas, asi que giró a verla para decirle que todo estaba bien—.

— Está bien, se lo buscó Ha...-

Sus palabras quedaron en el aire cuando vió como un chico veía de reojo la escena desde unos metros atrás.

Yooyeon sonrió de inmediato al verlo ponerle plena atención.

— Hola, Yeonjun....

OMG | choi yeonjun txtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora