Su vida frente a mis ojos

Mi regreso

Lloraste mi perdida por semanas en Lanling, pensaste que moriria sin verngarme?... Jajajajaja... No, definitivamente no... Tenía sed de venganza, con mis manos sobreviví a los túmulos dónde miles de cadáveres intentaron comerme pero yo logré destruirlos, me mantuve comiendo carne de esos cadáveres... Mi mente ya no podía con más, cree un arma con la espada de la cueva, debía regresar para cuidar de ustedes, debía especialmente cuidarte a ti.
Cuando salí de los túmulos lo primero que quería hacer era destruir a ese maldito perro Wen... Era mi mayor deseo en todo este puto mundo.

-🎵🎶🎵🎶🎵🎶🎵🎶🎵

Toque mi melodía por varios minutos, la energía resentida logro manejar a los soldados que entre ellos se fueron asesinando, una imagen tan gloriosa, hasta que escuche pasos acercarse a dónde yo estaba, supe que tenía que actuar rápido, subí las escaleras y torture a Wen Chao tanto como yo sufrí, su cabello arrancado desde el raíz mientras sangraba y lloraba por piedad, supe que era momento de acabar con el.

Ahí entraron mis espectadores que resultaron ser mi hermano y el líder Lan, estaban observando mis atrocidades, aplique la frase "ojo por ojo-diente por diente", mi hermano me veía tan preocupado por lo que había hecho con Wen Chao, el seguía agonizando en el suelo hasta que fue suficiente para mí, llame a dos fantasmas que personificaban a mi arma el tigre estigio.

-¿Wanji?, ¿Que fue lo que hiciste?

-Solo le di lo que merecía.

Mi hambre por venganza se alimenta de la energía que estigio le daba, era inmensa mi hambre...
Cuando acabe de torturarlo deseaba tanto ver a mi hermana, pero... ¿Yan le contaría lo que hice?
Si, lo haría...

Cuando regresamos a Lanling estaba ahí mi hermana que corrió a mis brazos y se lanzó, la atrapé y la gire por el aire, mi cuerpo había cambiado cuando perdí mi núcleo dorado, era más alto y me veía más adulto, portaba ropa gris con llamas muy gastada, además de manchas de sangre que daban el toque.

-A-Cheng, estás vivo.

-Jamas los dejaría solos.

-Jiang Cheng tenemos que hablar.

-Si hermano.

Sabía que saldría regañado por lo que hice pero, mi hermana y el dependían de lo que haría, no dejaría que los matarán en el futuro.

Después de llegar al campamento de los Jin me di cuenta que mi hermana todos los días llevaba platos de sopa de loto a ese tipo, hasta que un día todo rebaso la línea, el la agarro del brazo y la jaloneo hasta tirarla, era obvio que debia intervenir por su salud.

Ella estaba en peligro por culpa de ese idiota, su muñeca estaba roja por el agarre, lo empuje y el callo al suelo de pompas, no me importaba que tan importante fuera, a mi hermana, no, no solo a mi hermana sino a todas las mujeres jamás se les debe tratar asi.

-Cuida tu carácter con mi hermana, ella es incluso más valiosa que tú patética vida.

Desde aquel día Jin Zixuan jamás te volvió a hacer eso, yo sentía odio en mi corazón por verlo o bueno así fue...

Cuando la verdadera pelea empezó yo fui junto a todos y ayude para destruir al clan Wen, odiaba a todo esos malditos, bueno no a todos pero la mayoría si, debía mucho a Wen Qing y Wen Ning.
Todo acabo cuando Mengyao mato a Wen Ruohan, todos los Wen fueron obligados a pagar sus actos... Fue que entendí que no todos eran malos, si yo pedí justicia porque no dársela a los que la merecen, la rama Dafan-Wen la merecía.

Cuando fue la competencia de caceria de cadáveres y espíritus por parte del clan Jin asistí como ayudante y competidor extra del clan Jiang, a-Yan estaba haciendo un exelente trabajo como nuevo líder.
Yo estuve toda la caería tocando música y llevando espíritus y cadaveres hacia los cultivadores Jiang, por un momento ví como tú y el pavo real daban un paseo, te veías tan alegre y emocionada.

-¡Me gusta dama Jiang!

Y así como grito-corrio, parecía una gallina corriendo después de haber dicho eso, recuerdo tu rostro,estabas tan roja que incluso algunas de tus manitas se pusieron rojas.

-Shijie.

-No pasa nada a-Cheng..

Podía sentir tus sentimientos...