Comision 1: Robyn Hill x OC.

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Ninguna de las chicas podrían creer lo que sus propios ojos estaban viendo. No podían dar crédito a lo que veían, y alguna que otra se pellizco para ver si esto no era un sueño.

Frente a ellas, habían varias decenas de cargamentos, listos para ir directo a Mantle y descargar allí. Cargamentos llenos hasta el tope de comida, materiales varios que iban desde la manufactura a la construcción, ropas para los menos afortunados, y aún lado de todos estos cargamentos, autobuses hasta el tope de gente; gente aplicada lista para ayudar a las pobres almas que habitaban lo que para muchos era la sombra de Atlas, tanto literal como metafóricamente hablando.

Desde que Atlas decidió que querían llevar demasiado alto el hecho de estar por encima de los demás, lo que alguna vez fue la capital del Reino quedó relegado a barrios marginales donde la gente, en su mayoría, botaba las sobras de las cosas que tenían allá en ese pedazo de tierra flotante. Mantle nunca fue la misma después de todo eso, y eso se notaba no solo en su gente y en la ciudad misma, sino que también se notaba en el trato que recibían de parte de sus "hermanos" de las alturas.

El Trabajo de las "Cazadoras Felices" como se llamaban a sí misma, era básicamente ser versiones adaptadas por Disney (no es joda) de lo que eran originalmente los hombres de Robin Hood. Ya saben, robarle a los ricos y dárselo a los pobres, ese tipo de cosas.

Las 4 mujeres que componían a este equipo eran... pues, no muy queridas en Atlas. Eran vistas como vigilantes, personas que tomaban la justicia en mano propia. Si ya has visto las historias del Mitortilla, entonces sabrás que esa mamada es ilegal, en todos los mundos, así que no te la vayas a dar de señor de la noche carnal.

Volviendo a la historia, al ser vigilantes, todo el trabajo que hacían las dejaba en un estado legal bastante malo. Sin embargo, a ellas no les importaba mucho, ya que ppr muy ilegal que fuese lo que hacían, lo harían las veces necesarias si eso significaba salvar su hogar de la omnipresente sombra de Atlas.

Aunque tampoco había que confundirse. Hacían cosas ilegales, si, pero eso no significaba que fuese su único modus operandi. Algunas veces, pocas de hecho, recurrían al camino de la política para conseguir su objetivo. Casi siempre no funcionaba por obvias razones. Ningún empresario que aprecie tomaría la decisión de aliarse comercialmente con un criminal buscado teniendo al mayor sistema empresarial del mundo literalmente arriba de la cabeza. Siempre era rechazada, para disgusto de las presentes.

Para las chicas, pedir ayuda de políticos ya era una causa perdida. Le insistieron a Robyn que desistiera de la idea, pero ella era terca en ese asunto. No sabian porque era tanta su insistencia, pero no podían hacer mucho y que ella era su líder.

Al final, Robyn había decidido pedir ayuda a lo que quedaba de la familia Goldstein, la última familia con un rango de ex-nobleza que no decidió ir a tragar menos oxígeno estando tan arriba en la atmósfera.

Al ser antiguos nobles, los tipos estaban, en palabras algo vulgares, forrados de dinero, más al ser los únicos que se atrevían a poner algo de seguridad en las calles de Mantle; seguridad REAL ya que 7 de cada diez policías en el sitio eran puros corruptos. Básicamente era latam, pero hacía frío en vez de calor.

Fuera de bromas, los Goldstein podrían ayudar bastante si conseguían ofrecer algo más que simple seguridad a Mantle. Comida, materiales, medicinas, gente apta para trabajar, eso y mucho más podrían ofrecer. El problema era uno, y es que al ser antiguos nobles, se esperaba que fuesen arrogantes y unos tipos que se creían por encima de los demás. Era por eso que estaban aquí en Mantle en vez de en Atlas, porque mientras en Atlas serían pisoteados por empresas mil veces mejores que la suya, en tierra eran casi como reyes.

Sin importar que tanto hubiesen querido, el resultado tendría que haber sido el mismo; el de Robyn y su pandilla siendo botadas porque nadie quería que lo relacionasen con criminales.

Lemon, Comisiones Y Cualquier Cosa Que Pidas +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora