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Lo que ordene el Rey. (Parte 4)

Como futuro Monarca de Vale, Jaune tenía muchas responsabilidades con las que debía cumplir si quería mantener su puesto y no le realizarán una Maria Antonieta.

Sus obligaciones iban desde cosas simples como aprender la adecuada etiqueta en situaciones típicas de reunión, hasta cosas un tanto más complicadas como lo era entender de economía y política. El Joven Arc aprendió con varias de esas clases que era pésimo para hablar, pero por lo menos se dio cuenta que tenía cierta destreza con las matemáticas, lo cual tal vez tenía que ver con su horrible maestra de 4° grado, pero ese era un tema para otro dia.

En todo caso, Jaune tenía muchas responsabilidades con las que prefería no lidiar, pero estaba obligado a realizarlas. Eso le traía más estrés del que creía que un chico como el debería de tener.

Ligeramente curioso, se preguntó si era peor ser príncipe que Cazador. Tal vez como Cazador estaba en constante peligro y tendría que lidiar casi todos los días de su vida contra el Grimm, pero por lo menos no tendría el peso de todo un reino a su espalda.

Jaune suspiro, acostado en su cama. Después de haber pasado por una de sus agotadoras clases, era bueno relajarse y liberar algo de estrés.

Y si que disfrutaba liberando de su estrés.

Un poco más abajo de él, se encontraba sus dos sirvientas, Glynda y Magenta besaban la base de sus pelotas, lamiendolas con sus lenguas, mientras que su más nueva incorporación, Pyrrha, enterraba su pene en su garganta tan profundo que iba más allá de su esófago.

Muchos adolescentes liberaban estrés de varias maneras; algunas juegan videojuegos, otros se la pasan al aire libre, leen libros, o incluso salen a beber y bailar y clubes. Jaune, por otro lado, disfrutaba del sexo constante que recibía de parte de sus queridas sirvientas.

Desde que habían tomado su primera vez, Jaune se dio cuenta de lo increíble que se sentia tener sexo. Lo mejor de todo es que tenía a su alrededor un grupo de sirvientas más que dispuestas a complacerlo en todos los ámbitos. Era simplemente increíble, y el sin duda se encargaba de disfrutarlo; más ahora que tenía a dos de las mujeres más sexis que conoció literalmente chupandole las pelotas.

Jaune solto un suspiro de alivio, sintiendo que un gran orgasmo llegaba. Levantó un poco el torso y llevó su mano a la cabeza de Pyrrha, llevando sus labios hasta la base de su miembro. Las otras dos mujeres se alejaron de sus pelotas, en cambio, se acercaron  y empezaron a besar a Jaune por todo el torso, dejándolo marcas de lápiz labial por todo el cuerpo.

Pyrrha, una vez que sintió como la mano de Jaune la empujaba, se preparo para recibir su carga. El pene de Jaune se expandía en su garganta, haciéndola sentir increible exitada.

El pene de Jaune latió en su garganta, y al segundo siguiente, sintió el aluvión de esperma inundando su estómago. Desde afuera, se podía ver como Pyrrha daba grandes tragos para llenar su estómago de tanta semilla como fuese posible. A un lado, Glynda y Magenta observaban como la chica se privaba de oxígeno para obtener toda el semen de su maestro.

Jaune fue sacando poco a poco la cabeza de Pyrrha de su pene hasta que sus labios envolvían su cabeza. Su pene seguía latiendo, lo que significaba que seguía corriendose. Las mejillas de Pyrrha se inflaron, y el semen de Jaune rápidamente fue fugandose de la boca de Pyrrha, al punto de que este se deslizaba poco a poco por el pene de Jaune. Las otras dos sirvientas se hubieran apresurado a lamer las varias hebras que caían por su pene, pero el Arc las detuvo agarrandolas por sus pechos desnudos, a lo que las chicas gimieron del placer.

Debido a que Jaune tuvo que agarrar a las otras dos sirvientas, Pyrrha pudo sacarle de su agarre. Se sacó el pene de la boca, y este le lanzó unos cuantos disparos más hasta que finalmente se detuvo. Pyrrha, mientras, aún con las mejillas infladas, iba tratando poco a poco, vaciando poco a poco su boca, para después de unos segundos, abrir la boca y sacar la lengua, mostrando que estaba algo manchada aún de su semen, pero por el resto, se lo había tragado por completo.