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||FRIENDS||
Seze, soltó un suspiro en cuanto vio a tantos Metkayinas siendo recibidos por el Olo'eyktan y Ao'nung estaba sin palabras ante aquella imagen que presenciaba. Ambos estaban atónitos, aquí que Seze decidió mirarlo buscando alguna explicación pero el solo nego sin saber que decirle.
Ella frunció el ceño, su rostro gritaba por sí solo frustración.
—No sabía que vendrían tan pronto... –Solto en un suspiro.
Ella se giro para mirarlo a los ojos.
Mirada asesina, mirada de molestia.
—Esto no es un juego Ao'nung y no solamente se trata de tí, yo también estoy en esto y eso parece no importarte. Skxáwng. –Solto para ir en su caballo a la dirección en dónde las personas estaban reunidas por la llegada de las personas del arrecife.
Él la siguió a pesar de lo enojada que estaba decidió seguirla, después de todo ella tenía razón.
Noto como sus padres al ver a Seze y a su cabello dirigiéndose a ellos sonrieron un tanto incómodos porque se notaba que estaba enojada y que no le gustaba para nada aquello.
Sabían que habían dicho que en una semana se casarían, pero quizás esa boda se llevaría a cabo en tres o dos días. Impresionante.
—¿Qué está pasando? –Pregunto ella de forma desafiante y firme mirando a los Jefes del Clan de Arrecife.
No saludo, no se inmutó y solamente pregunto al estar cerca de ellos. Esa pregunta fué escuchada por Ao'nung mientras esté bajaba del caballo.
Y miraba a sus padres pidiendo explicación.
—Una parte de mi pueblo han llegado, solo los guerreros y los líder de las demás aldeas han venido. –Explico Tonowari.– No sabíamos que llegarían tan rápido, por lo que la boba de llevará a cabo en tres o dos días.
Seze río sin gracia.
—Esto no fué lo que me dijeron que pasaría, están jugando con mi tiempo. –Murmuro ella.
Y Ronal podría comprenderlo, ella hubiese reaccionado igual pero sin embargo tendría que poner carácter en esta situación.
—Eso no es importante, lo que en verdad importa está pasando justo ahora... Tienes que hablar con las personas que han venido desde muy lejos para conocerte. –La chica solamente miro a otro lado.– Pero no hoy, sino en la boda por supuesto.
Ella se giró para no tener que dirigirles la mirada a quellas personas con gran poder, estaba furiosa pero intentaba que eso nno fuera tan notorio.
—Sí me disculpan me voy a otro lugar. –Dijo ella para verlos nuevamente.– Y tú –Señalo a Ao'nung mientras posaba su dedo en el pecho del primogénito de Tonowari– ni sueñes que seguiremos con las lecciones el día de hoy.
