five things

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Hay cinco cosas que hacen muy feliz a Chaewon.



Primero, estaban los animales. Esos animalitos peludos hacían que su día brillara y como madre de dos gatos y un perro podría decir que su despertar era una dicha. Le encantaba acariciar sus suave pelo y abrazarlos para sentir su ronroneo o sentir los besitos con sus naricitas.

Le gustaba escuchar a los pájaros cantar por la mañana y ver a los peces en los ríos, su corazón se sentía cálido cada que iba con Yunjin a un safari o una reserva natural y poder ver a los animales libres y felices.

Eran esas pequeñas (o gran) criaturas que le animaban a pensar que el mundo siempre tenía cosas bonitas e interesantes por ofrecer. Siempre.



Segundo, la comida. Mejor si eran hechas en casa, así se aseguraba que tendrían amor de por medio, incluso si era un sándwich o platillos exóticos, sabrían bien si eran domésticos.

No era por presumir pero Chaewon tenía un sazón u habilidad excepcionales para la cocina, lo sabía porque todo el mundo la halagaba y no había perdido la oportunidad de participar el los concursos de cocina que se hacían de vez en cuando entre vecinos de la zona.

Tal vez pondría como segunda cosa el cocinar más que la comida, le gustaba el proceso y le gustaba quién la mayor parte del tiempo la acompañabas en este, a veces su compañera de cocina era más un estorbo que ayuda pero lo apreciaba, sabía que sus intentos se recompensaban con una comida deliciosa.



Tercero, las flores. Le gustaba lo bonitas que eran, los colores y formas tan diferentes que tenían, lo bien que olían y que Yunjin llegara con una cada semana. Sin falta.

Quisiera que todas las flores que le ha dado vivieran por siempre, a la semana ya estarían secas aunque las pusiera en agua, se lo esperaba pero seguía haciéndolo, después de estar secas las guardaba entre sus libros favoritos porque deshacerse de ellas sería como arrancar un pedazo de su corazón.

En la noche podría regresar a verlas y contarlas, eran como recordatorios de los 7 días que pasaban mientras la flor moría, aunque al final del día, habría otra flor bonita y viva entre sus manos, dándole besos cariñosos que no morirían.



Cuarto, hablar. Si había algo que la distinguía era lo parlanchina que podía llegar a ser, si algo le interesaba y le sacaban tema de eso, lo más seguro es que estuvieran la próxima media hora hablando sólo de ello y bueno, obviamente no todos la soportaban pero Chaewon sabía cuando parar, aunque no quisiera.

Sólo había alguien que la escuchaba hablar por horas, que de hecho la llegaba a incitar a no parar, a continuar hasta que pensara que era suficiente y para alguien que hablaba tanto, era una bendición.

A Yunjin no me importaba si no hablaba en absoluto o hablaba de más, estar con Chaewon era más que suficiente y su presencia hacía que su corazón se calmara y pudiera respirar sin miedo.

Le hacía feliz, no podía negarlo, ni siquiera lo intentaría.

Yunjin tomaba nota mental de las cosas que a su novia le sacaban una sonrisa, patrones que guardaba en su alma para así saber cómo complacerla, podrían parecer cosas tontas y sin sentido pero para Yunjin cualquier detalle era importante y más con alguien cómo Chaewon.

Una tarde hablaron de eso, y quizá Yunjin no era tan atenta a todas las cosas que le hacían feliz a Chaewon, porque le faltaba una cosa. La más importante y que sin ella su mundo se distorcionaría.



La quinta cosa. La cosa que más hacía feliz a Chaewon era Yunjin.

Yunjin quién le entusiasmaban los animales.

Yunjin quién le ayudaba (o intentaba) a cocinar sus comidas preferidas.

Yunjin quién le regalaba flores.

Yunjin quién no se cansaba de escucharla.

Yunjin quién se encargaba de darle amor.

Ella era el denominador común de las cosas que le hacían feliz, no había nada que pudiera hacerla más feliz, que hiciera que sus manos sudaran, que su corazón palpitara y que se sintiera en casa.



Claro que habían miles de cosas por las cuales ser feliz pero cuando Chaewon encontró todo eso en una persona no pudo estar más agradecida y feliz ¿quién lo diría?

five things ♡ purinz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora