CAPÍTULO 4

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Llegaron a la ciudad de Hyunsuk, donde este le empezaba a indicar a Jihoon cómo llegar a la casa de su mamá.  En el camino, Hyunsuk le señalaba la primaria a la que fué al igual el apartamento donde solía vivir antes de que su madre tuviera su empresa. Manejaron hasta su restaurante favorito, y emocionado le decía a Jihoon cómo es que ahí hacían la mejor comida italiana que ha probado. Manejaron hasta que llegaron a una zona llena de casas y Hyunsuk le señaló su último destino: una impresionante casa de dos pisos.

Jihoon se detuvo en la gran entrada y estacionó justo detrás de un auto de último modelo. Ambos tomaron sus maletas y avanzaron por el camino que conducía a la puerta. Dejando su equipaje en el porche, Hyunsuk se acerca a tocar el timbre, pero la puerta de entrada se abrió casi de inmediato.

"Están aquí!" grita su madre, jalandolo hacia un abrazo. Después de un largo y aplastante abrazo ella se voltea hacia Jihoon.

"Bienvenido a casa cariño," dice ella antes de abrazarlo. Los hizo entrar diciéndoles que dejen sus cosas en la sala.

"Tienen hambre chicos? Quieren algo de tomar?"

Jihoon siguió a Hyunsuk y su madre hacia la cocina. Por lo que alcanzaba a ver, La casa era hermosa pero de diseño minimalista. Pasaron por el comedor, un grande espacio de paredes blancas, muebles de color gris y negro, y unas elegantes luces negras y plateadas que colgaban sobre la mesa. Llegaron a la cocina, la cual tenía encimeras de marmol negro, una pequeña barra de desayuno con sillas altas, y modernos electrodomésticos de acero inoxidable. Ambos chicos aceptaron tomarse una taza de té. Jihoon se sentó en el la barra, mientras Hyunsuk permaneció de pie, estirando sus piernas y espalda.

"Tus primos llegarán mañana," platica la mamá de Hyunsuk, actualizandolos sobre la fiesta. "No se van a quedar aquí, estarán en casa de sus amigos. Tus tíos se quedarán en la habitación de huéspedes del primer piso." dice mientras toma unas tazas y pone el agua a hervir. "Ustedes han sido los primeros en llegar," se voltea hacia ellos y les sonríe.

Jihoon miró a Hyunsuk, que estaba parado a mas o menos un metro de él. No parecía algo que hicieran las parejas, pensó.

Jihoon decidió estirar la mano y coger las de Hyunsuk,  tirando de él hacia su lado. No le pasó desapercibida la forma en que los ojos de Sunhee seguían cada uno de sus movimientos ni lo grande que sonreía cuando les devolvía la mirada. Valió la pena venir, pensó Jihoon, y pasar por todo esto, sólo por verla tan feliz. Hyunsuk se recarga en él.

"Gracias por recibirnos, Sunhee, estamos muy felices de estar aquí."

Jihoon no creía que fuera posible, pero su sonrisa se hizo más grande. "No tan feliz como yo de teneros a los dos aquí por mi cumpleaños". Sonrió apenada, "Espero que no te importe, pero puede que me haya emocionado un poco y le haya dicho a algunos amigos que Hyunsuk finalmente te traía a casa..."

Jihoon sintió cómo Hyunsuk se tensaba a su lado, así que le soltó la mano para rodearle la cintura con un brazo y acercarlo más a él. "Por supuesto que no hay problema," respondió Jihoon. "Sólo espero cumplir con sus expectativas," respondió con lo que esperaba fuera su sonrisa más encantadora. Hyunsuk se burló, al tiempo que su madre reía encantada.

"Por qué eres así?" murmura Hyunsuk justo cuando su madre se voltea para prepararles el té.
"Si eres el..."

"Aquí está, chicos. Quieren azúcar?"

Cuando ambos negaron, ella se acomodó junto a ellos y les contó con detalle sus planes para la fiesta. Esperaba entre 30 y 40 invitados. Habrían distintas bebidas y luego se serviría el banquete. El salón tendría música, y el comedor sería un lugar donde los invitados podrían ir a comer y conversar.

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