Lᴏᴠᴇ ᴀɴᴅ Iɴғᴇᴄᴛᴇᴅ ༄ 𝐽𝑜𝑒𝑙 𝑀𝑖𝑙𝑙𝑒𝑟

II

𝑇𝑒 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑒..

2023

Emma veía a la misma mujer de siempre entrar a la habitación y suspiraba mientras. Ellie se levantaba de su lugar lanzando la bandeja de comida a los pies de la mujer.

— Cuenta lento y claro del uno al diez —

— 1,2,3,4 — Ellie contaba rápidamente y la mujer la observaba enojada

— Dije lento y claro —

— 1,2,3,4,5,6,7,8, vete al carajo — Ellie levantaba su dedo del medio para después estirar su brazo mientras Rebekah y Emma suspiraba

— Ahora di tu nombre , lento y claro—

— Veronica — Ellie hablaba rápido mientras Emma se levantaba de su lugar

— El mismo de ayer y el del día anterior y del anterior a ese — observaba como todos se iban y su enojo crecía — No pueden tenernos aquí para siempre! Fedra vendrá por nosotras! Van a pagar esto hijos de puta! —

Habían pasado 20 años desde que comenzó el apocalipsis. Emma tenia 46 años, había tenido una hija llamada Rebekah, tenia 19 años y después estaba Ellie, hija de padres desconocidos y criada por Fedra y Emma. Veía a la mayor como una madre pero nunca se lo había dicho al igual que Emma la veía como otra hija.

Ellie estaba allí por que su mordida no la había convertido y fue encontrada por las luciérnagas, pero Emma y Rebekah solo habían ido a buscar a Ellie y fueron arrastradas junto a la niña de 14 años.

Hablando un poco de la vida de cada una... Ellie y Rebekah habían nacido en un mundo destruido y Emma extrañaba su vida de hace años. Nunca volvió a ver a Joel, lo extrañaba y mucho. Lo único que Rebekah tenía de su padre era una foto vieja y arrugada donde salían Joel y Emma, Nunca lo conoció en persona y tampoco esperaba hacerlo. En cuanto a su hermana mayor solo tenía su imaginación y las descripciones de su madre. Rebekah era una adolescente testaruda y llena de mal humor pero tenia miedo de los monstruos o de perder a su única familia...Emma y Ellie.

Joel tenia al igual que ellas una vida de miseria. Tommy estaba desaparecido y el ser mas cercano que tenia era Tess aun que su corazón aun extrañaba a Emma y Sarah. Pensar que estaban muertas le revolvía el estomago.